Tres puntos pueden significar mucho o nada. Depende como se vean, cuánto se necesitan y en el momento en que llegan.
Para los Lobos de la BUAP ese triunfo que consiguieron en casa del León el sábado pasado dentro de la fecha 10 del torneo Apertura 2018 saben a oro puro.
Son tres puntos que no le permiten avanzar más allá del lugar 17 de la tabla general donde se ubican desde hace largo rato, y tampoco dejar el fondo de la tabla porcentual donde apenas con .700 siguen condenados en el último lugar.
Pero son tres puntos que pueden resultar un revulsivo para comenzar el despertar de un equipo que en 30 jornadas, de 30 unidades disputadas, solamente ha conseguido siete, producto de dos triunfos y un empate.
Un triunfo que sirvió para acabar con una sequía de siete juegos sin ganar, curiosamente en un partido donde se desató una tormenta que inundó el estadio del León, lo que provocó la suspensión del partido durante más de 45 minutos cuando se jugaba apenas el minuto 73 de tiempo corrido.
Con el terreno inundado, Lobos se acomodó mejor en el terreno, supo copar bien los espacios y acostumbrarse a la circunstancias.
Aguantó valiente un 0-0 contra un León que sufrió con el cambio de técnico –Nacho Ambriz- y nunca se pudo acomodar con la comodidad acostumbrada dentro de la cancha.
Cuando se reanudó el partido después de una larga espera, los Lobos siguieron en lo suyo. Defendiéndose bien, lo que no habían hecho en varios partidos, y lanzando sus descolgadas, a pesar del estado del terreno.
A veces lograban acercarse en los linderos del área, y en otras el balón se detenía en uno de los charcos que había dentro del terreno y todo quedaba en el intento.
Pero el que porfía mata venado. Y en el minuto 84, el hondureño Félix Crisanto tejió una jugada por el lado derecho, mandó el centro venenoso al área chica, donde Rodolfo Cota entró a querer quedarse con el balón de bote pronto, pero quedó a un lao, y Leo Ramos que picó buscando el centro, tirado en el césped ante la marca de Andrés Mosquera, alcanzó de zurda para que la redonda rebasara lentamente la raya de gol.
Sí, Lobos estaba dando el campanazo y consiguiendo esos tres puntos, que estaban salvando prácticamente la cabeza de su técnico Paco Valencia.
El resto fue defender la ventaja, aunque dejando a Ramos adelante, que inquietó una y otra vez a la defensa del león.
Ahora sí la defensiva se portó a la altura, y cuando no, apareció la figura de Toño Rodríguez para aniquilare cualquier jugada de peligro, sobre todo en el juego aéreo donde los centros buscaron una y otra vez la cabeza de Boselli.
Ya al final, Palencia mandó al “Loco” Cercado en lugar de Michael Orozco, que salió golpeado en una barrida, para apuntalar la zona baja, y asegurar esos tres puntos de oro que permiten a Lobos tomar un respiro, salvar a su técnico, y comenzar a pensar, que en el resto del torneo tendrán que jugarse siete grandes finales, para lograr sumar y sumar, e impedir que el Veracruz se les aleje en la lucha por la permanencia.
