Si la invitación a Santiago Ormeño para representar a la selección peruana llega y el artillero termina por aceptarla, al realizador de cuatro de los 15 goles del Puebla en el torneo le esperan los más grandes retos de su carrera: ganarse el puesto en el combinado inca por delante de figuras como Paolo Guerrero y jugar la eliminatoria mundialista más difícil del planeta como la de la CONMEBOL.
Los retos para el ariete, sano ya tras arrojar positivo de COVID-19 en semanas pasadas, no son nuevos en su trayectoria y mucho menos en el afán de hacerse de un nombre en el mundo del futbol.
A sus 26 años de edad ha entendido que la presente oportunidad en el Puebla podría ser la última para él, luego de picar piedra en América, Pumas, los Pioneros de Cancún de la Segunda División y hasta en los Lobos BUAP o en sus divisiones inferiores.
Su sorprendente despunte coincide, según su técnico en La Franja Juan Reynoso, a mantenerse enfocado dentro del terreno de juego.
Tranquilidad mental y equilibrio necesitará para apaciguar la presión por convertirse en el hombre gol del combinado inca, cuando la ilusión peruana está fijada en repetir en la Copa del Mundo tras terminar en Rusia 2018 con 36 años de ausencia mundialista.
Lo hecho por Ormeño hasta ahora en México adquiere notoriedad en territorio inca, pues en Perú a la Liga MX se le mira como una de las más importantes del continente y del planeta. Por eso sus cuatro goles en siete partidos son argumentos suficientes como para citarlo y pensar en él como el relevo de Paolo Guerrero, máximo goleador de La Bicolor con 101 tantos anotados entre Copas del Mundo y América.
Guerrero estará de baja con Perú durante las primeras cuatro fechas de la eliminatoria mundialista de la CONMEBOL y se espera esté de regreso con los incas hasta marzo del 2021. Todo esto tras lesionarse con el Sport Club Internacional de Porto Alegre de Brasil en agosto pasado.
Aunque el currículo de Ormeño en México no es motivo suficiente para pensar en él como el delantero centro de Perú, pues por delante se hallan gente como Jefferson Farfán y Raúl Ruidíaz, gente bien conocida por el seleccionador peruano Ricardo “El Tigre” Gareca.
No obstante, Santiago adelanta a estos dos hombres en ritmo de juego.
Respecto a Farfán, “La Foquita” está sin equipo y entrenando en el predio de La Vineda, donde el representativo peruano realiza sus trabajos. En cuanto a Ruidíaz, en Sudamérica se desconfía de él por su pobre efectividad frente al marco contrario.
LA CONMEBOL
Si Ormeño termina por aceptar y le da el sí a Perú, por delante le espera un viaje desgastante de por lo menos un día hacia el cono sudamericano.
Después deberá de alistarse para hacer su presentación con La Bicolor en territorio hostil (Asunción) para jugar la primera jornada de las eliminatorias contra Paraguay. Dicho cotejo se efectuará el jueves ocho de octubre.
Días más tarde, el martes 13, debutará en casa midiéndose a la siempre poderosa Brasil.
Si Ormeño sigue en el radar de Gareca, le espera el 12 de noviembre Chile en Santiago y el 17 del mismo Argentina, quien contaría en la convocatoria con la figura de Lionel Messi.
La CONMEBOL es la eliminatoria mundialista más difícil del planeta por lo desgastante de sus viajes, la altura de aduanas como La Paz, Bolivia (3 mil 640 metros sobre el nivel del mar), lo hostil de sus públicos y la calidad de los rivales, entre ellos tres campeones del mundo como Argentina, Brasil y Uruguay.
Todo esto le espera a Santiago Ormeño, siempre y cuando termine por decantarse por Perú.
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