Otra vez el fantasma del “No Era Penal” atemorizó al Puebla, pues una dudosa pena máxima sobre Javier Aquino y un tanto de Eduardo Vargas le arrebataron la punta de la competencia en San Nicolás de los Garza, donde Tigres se impuso con lo necesario 2-1 en la continuación de la jornada tres del Guard1anes 2020 de la Liga MX.
Seguramente el Puebla y su entrenador Juan Reynoso se quejarán agriamente del trabajo del árbitro central Erick Yair Miranda, quien necesitó del Videoarbitraje (VAR) para ver un discutido pisotón dentro del área de Daniel “El Fideo” Álvarez sobre Javier Aquino a los cuatro minutos.
Las repeticiones de la cadena a cargo de la transmisión del partido tampoco aclararon si el contacto de Álvarez se debió por la inercia de la acción, o por un golpe malintencionado. Pero ahí está la tecnología para salir de dudas y ayudarle a los colegiados, que al final son quienes dictan sentencia sobre el verde.
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Pero si era penal o no, eso no le importó a André-Pierre Gignac. El francés con toda la seriedad acomodó la pelota desde el manchón y raso batió a Nicolás Vikonis, a pesar de la estirada del charrúa para evitar el 1 por 0 en contra.
Puebla aún se recuperaba del primer golpe, cuando Tigres lo mandó a la lona por segunda vez. El olfato asesino felino no tardó ni tres minutos para acrecentar la cuenta tras una conexión entre Luis Quiñones y Eduardo Vargas.
El colombiano regateó por derecha a la zaga poblana, levantó la cara y encontró a Vargas entrando franco por el centro, le pasó el esférico y el chileno de primera hizo el 2-0. Después Vargas festejó con dedicatoria, con un ademán de “sigan hablando”, como respondiéndole a sus detractores, que cuestionan desde hace unas semanas su alienación dentro del XI de los de San Nicolás de los Garza.
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El partido parecía se terminaba en menos de 10 minutos, pero Puebla por fin asimiló el castigo y se lanzó a todo o nada. Los de la Angelópolis presionaban arriba y gozaban de sus opciones, pero a los disparos de Ormeño y Tabó, la defensa de Tigres se agigantó.
Aunque aquello se trató de un aviso, La Franja lo intentaría ante todos los pronósticos, o vendería cara la derrota.
Reynoso no se guardó nada y lanzó a Brayan Angulo por Daniel Álvarez en el complemento, buscando con el movimiento más profundidad por la izquierda. Además, sacó del terreno a Néstor Vidrio por George Corrral, tratando de lograr el mismo impacto por la otra banda.
El peruano y su pizarra no se equivocaron, pues Tigres se veía incómodo, resistiendo los abates del rival y encomendándose a Nahuel Guzmán, pues éste le arrebataba el 2-1 a La Franja a disparo de Angulo a casi la hora de partido.
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Pero el arquero argentino en la siguiente acción a la tapada de Angulo, no pudo ante Ormeño y su testa. El delantero blanquiazul se las arreglaba para desmarcarse dentro del área y rematar con la corona de la cabeza un servicio a tiro de esquina para mantener las esperanzas de la remontada poblana vivas.
Sin embargo, La Franja debía de escribir la épica sin Christian Tabó. El uruguayo salía del partido con mala pinta, cargado por médicos y utileros tras ir a presionar a un rival; aunque con uno más en la cancha, después de la expulsión de Carlos Salcedo tras una dura entrada sobre Bernardo Cuesta.
Pero luego de todo esto ambos equipos se partieron, situación benéfica para los Tigres. Los norteños estuvieron más cerca del tercero con un Puebla lanzado por el empate; pero el marcador no se volvió a mover.
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