Tetla, Tlaxcala. En la legendaria ganadería tlaxcalteca de Piedras Negras acudió el matador poblano Jerónimo para realizar labores de tienta invitado por el dueño del hierro Marco Antonio González Villa.
Jerónimo ensayó su tauromaquia con dos vacas y un novillo que dieron el comportamiento propicio para ponerse a punto de cara al compromiso de este domingo en la Monumental plaza de toros México donde encabeza el cartel que rematan Uriel Moreno “El Zapata” y Antonio Mendoza para lidiar ejemplares de Pozo Hondo.
El matador, quien cumple en este año 21 de alternativa en el mes de febrero, lidió a la primera becerra y al novillo, en ese momento la tienta se detuvo para que el señor Marco Reyner bajara al ruedo y le diera al Torero un traje de luces tabaco y oro como muestra de amistad y agradecimiento por un brindis.
Visiblemente emocionado el torero concluyó inspirado la tienta y más tarde en el casco de la ganadería mientras tomaban café Marco González le ofreció en préstamo para el domingo un capote de paseo perteneciente al matador Jorge Aguilar “El Ranchero” con la imagen de la Virgen de Guadalupe. Este tesoro adorna desde hace años el comedor la ganadería Piedras Negras.
Con esta tarde torera llena de sabor y romance cerró el matador poblano su preparación, listo para dibujar su arte el próximo domingo.
Jerónimo recibió la alternativa en 1999 en El Relicario de Puebla de manos de Enrique Ponce
Aunque es considerado un torero de corte artístico, Jero, es un torero con oficio y que le puede a encastes como Piedras Negras.
Es el matador poblano con más actividad en México.
“Mi arma primordial para mantenerme en activo es mi expresión a la mexicana donde trato de torear con estética, con profundidad, con arte, con cadencia, pero sobre todo con largueza, ya que ese es uno de los conceptos principales del toreo mexicano. Con esos conceptos en la mente salgo a la plaza para seguir adelante”, dijo hace par de años en una entrevista concedida a esta casa editorial.
A CONSIDERAR…
El torero poblano se doctoró el seis de febrero de 1998 en la Plaza de Toros El Relicario, alternando a lo largo de su carrera con gente de la calidad de César Castañeda y Julián López El Juli.
