A Carlos Adrián Morales no le tembló el sábado el pulso al reconocer la responsabilidad del plantel sobre la precaria situación de Lobos en la lucha por la permanencia.
Si bien la plantilla con sus actuaciones desde el arranque del torneo desperdició los 23 puntos sumados en el Apertura 2017, comparte la responsabilidad con el cuerpo técnico y la dirigencia universitaria.
Desde el 5-0 a Veracruz, el pasado 24 de febrero, el plantel sólo sumó un punto de 18 posibles.
Lo anterior se entendería como sinónimo de relajación por creer el descenso finiquitado cuando aún restaban seis fechas por disputar.
La falta de tensión competitiva luego entonces se tradujo en presión entre los futbolistas ante la falta de resultados, hasta desembocar en la destitución como técnico de Rafael Puente del Río.
A Puente, quien sólo sumó ocho puntos de 39 posibles en 13 jornadas para una efectividad de 24 por ciento, la directiva le dio la oportunidad de seguir por cuatro partidos más, hilvanando par de descalabros, un empate y otra derrota.
En dicho lapso, Veracruz le recortó distancia a La Manada en la porcentual hasta quedar a expensas de una derrota de ésta para superarle en los cocientes sin siquiera sumar.
Veracruz, más tarde tomó el control de los cocientes cuando Lobos cayó en el Azul y ya sin Rafael Puente en el banquillo universitario.
Pero sólo hasta entonces la directiva reaccionó y trató de sacudir al plantel con el cese de Puente; pero el equipo, por lo visto contra Cruz Azul y Necaxa, terminó por caerse.
Además, la decisión de nombrar a Daniel Alcántar como entrenador parece no la recibió bien el equipo.
El sólo hecho de comunicarse con los futbolistas dentro o fuera de la cancha a través de intermediarios, situación de manifiesto en los dos duelos al frente de La Manada, dice mucho.
El sábado así sucedió cuando Juan Carlos “Negro” Medina le hablaba y le daba indicaciones de forma cercana a Julián Quiñones cuando éste se venía a la cancha como cambio.
Durante el partido sólo Carlos Adrián Morales -tal vez por su posición de capitán- se acercaba a escuchar las instrucciones de Alcántar, o se mostraba presto a las mismas.
Este cúmulo de decisiones y acciones dejan a Lobos al borde del abismo, con la necesidad de ganar sí o sí el sábado y en patio ajeno contra un equipo en búsqueda de amarrar su calificación; además con la posibilidad de mejorar su lugar en la tabla de cara a las finales. De perder, los universitarios se despedirán de la Primera División a una fecha del fin del Clausura y a un año de lograr el ascenso.
TRES CLAVES DE LA CRISIS DE LA MANADA
- POCA TENSIÓN competitiva en el plantel universitario: nueve puntos de 45 posibles lo demuestran.
- CUERPO TÉCNICO con pocas variantes y movimientos en el 11 titular.
- MALAS DECISIONES a nivel dirigencia: cesar al DT. en la recta final del torneo y nombrar a su auxiliar.