A los Toros de Tijuana se le alargó la existencia, y no porque hayan logrado sacudirse el dominio de los Leones de Yucatán en la final de la Liga Mexicana de Beisbol, sino porque la lluvia apareció en su auxilio y la batalla por el banderín del circuito se reanudará hasta mañana en el estadio Kukulcán con el cuarto agarrón de la serie.
Con la ventaja de tres triunfos a cero de los Melenudos, todo parecía indicar que este viernes los dueños de casa tenían ya preparada su espada para dar la estocada final a la escuadra comandada por Homar Rojas.
No fue así. La lluvia se dejó caer con ganas, dejando en pésimas condiciones el terreno de juego del Kukulcán, lo que obligó a la gente de Liga Mexicana, tomar la decisión desde temprana hora y suspender el cuarto duelo.
El cuarto juego se mantendrá en el horario previsto para el sábado, a las seis de la tarde, ya que esta vez por la lluvia, las puertas ni siquiera se abrieron.
La regla de playoffs señala que un juego iniciado se reanudará al día siguiente a la una de la tarde, mientras que un choque no iniciado se jugará al día siguiente a la hora programada.
Quiera que no, la suspensión significa un leve respiro para unos Toros, que han sido sometidos por completo el pitcheo de los Leones.
Para los Toros no hay mañana y deberán ir al día a día buscando consumar una hazaña y regresar la batalla al estadio Chevrón, donde tampoco pudieron hacer nada.
El lanzador derecho Ted Stankiewicz es la última esperanza de los Toros, mientras del otro lado el ex perico Casey Harman, buscará dar la estacada final.
Solo Charros de Jalisco en 1971 se ha levantado de un 0-3 en contra en una final de Liga Mexicana, lo que nadie más que se ha visto en la misma circunstancia ha podido emular.
Toros se encuentra en similar situación, pero, a decir verdad, aunque la lluvia le alargó la vida un día más -no un juego- se ve difícil que puedan embestir a unos encendidos Leones.