Los Leones de Yucatán y los Toros de Tijuana se encontrarán por primera vez cara a cara, a partir de esta noche, en el estadio Chevrón, en una final de la Liga Mexicana de Beisbol para definir al campeón de la temporada 2021 que, con un rol de 66 juegos y nuevo formato de calificación, se jugó en plena pandemia de la Covid-19.
Una final a ganar cuatro de siete, con el formato 2-3-2, que arrancará este lunes por la noche (21 horas del centro) en casa del campeón del Norte, que luce pareja, con dos escuadras que presumen de buen pitcheo abridor, mejor bullpen, gran ofensiva, buena defensa y dos managers que saben jugar al beisbol.
Los Leones, con cuatro títulos en su historia, el último en la primera temporada del 2018, dejaron en el camino al Águila de Veracruz, Olmecas de Tabasco y a los grandes favoritos, los Diablos Rojos del México, que terminaron como punteros del Sur, para quedarse con el título de la División y situarse en la gran final.
Esta vez sin los Pericos, su dolor de cabeza en el camino, eliminados por Tabasco en la primera ronda, los Leones dirigido por el puertorriqueño Luis Matos, un timonel de 42 años, que tomó las riendas ya sobre el final de la campaña, no tuvieron ningún obstáculo para convertirse en el mejor del Sur.
De hecho, a los Diablos, lo hicieron como quisieron, liquidándolos en cinco juegos, con “El Pepón” Luis Juárez, convertido en la gran figura ofensiva, con sus dos bombazos para el regreso en ese quinto partido y sus nueve estacazos en la postemporada.
De Yucatán luce su gran ofensiva donde destacan además Yair Drake, Alex Liddi, Humberto Sosa, Sebastián Valle, Walter Ibarra, Jorge Flores, Norberto Obeso y José Juan Aguilar.
Pero sobre todo con un pitcheo abridor de primera línea con el cubano Yoanner Negrín, Mike Devine, Jake Thompson y el zurdo Casey Harman, que jugó para Pericos hasta 2019; y un cerrador como Josh Lueke, también otro ex verde que después de su fracaso con la tropa poblana en 2019 llegó a Leones y se transformó.
Un gran equipo para los bicampeones del Sur, que en el 2019 cayeron en la final ante Monclova y buscan sumar su quinta estrella en la historia de los melenudos.
DEL OTRO LADO
Tijuana llegará a su tercera final de su historia que comenzó en el nuevo siglo. Las dos primeras fueron ante Pericos, dividiendo honores entre 2016 y 2017, por lo que por vez primera dilucidar el banderín ante un rival que no lleve el nombre de Puebla.
Los Toros que tuvieron que recurrir a Homar Rojas, despedido en el primer mes de campaña por Monterrey, ante los problemas que enfrenta su timonel estrella, el exliga grande venezolano Omar Vizquel, avanzaron igual que Leones, como segundo lugar del Norte, detrás de los sorprendentes Mariachis de Guadalajara.
Los astados tuvieron que irse a siete juegos para eliminar primero a Aguascalientes, regresando de un 1-3 en contra; después acabaron en cinco con el campeón Monclova, y apagaron en seis juegos el sueño de los Mariachis, de convertirse en el segundo equipo de expansión en buscar el banderín del circuito, tal como lo hizo Córdoba en 1972.
La novena fronteriza al igual que su rival luce completa en todas las líneas: pitcheo, bateo y defensiva.
Su pitcheo abridor se recarga en Liz Radhamés, Carlos Hernández, Teddy Stankiewicz, Joe Van Meter, con un bullpen donde destacan figuras como el zurdo sinaloense Oliver Pérez, Mike Tomkin, B. Bernardino y un cerrador como Fernando Rodney, un veterano de 44 años que en 17 campañas en la Gran Carpa registró 327 rescates, y que en esta campaña con los Toros salvó 19 partidos.
Su ofensiva se recarga en toleteros como Ricky Álvarez, Luis Alfonso Cruz, Efrén Navarro, el dominicano Junior Lake, Leandro Castro, Gabriel Gutiérrez, José Guadalupe Chávez, Isaac Rodríguez y Xorge Carrillo, y una banca donde destacan Pat O’Brien, Marco Chicuate y Édson García, el único jugador nacido en la ciudad de Puebla, que se encuentra en esta final, y que por su versatilidad es un utility de lujo que puede jugar tanto en el cuadro como en los jardines.
Con el duelo en la loma entre Rhadamés y Levine se abre el fuego esta noche, en una serie, que por la calidad de los dos, lude para llegar hasta el final del camino, y donde el ganador será aquel que saque mayor provecho de las equivocaciones del rival.
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