Habituado a los grandes escenarios con la selección nacional defutbol para ciegos y débiles visuales, con la que convirtió unode los goles más bellos de los Juegos Paralímpicos de Río 2016,pero a quien le faltaba una satisfacción como la conseguida lasemana pasada con el representativo local, los Topos, al conquistaren Puebla el máximo evento que la especialidad celebra enMéxico.
Por lo que Jorge Lanzagorta con elcetro conquistado en casa cerró un capítulo de este deporteadaptado, del cual se convirtió en pionero después de traerlo deSudamérica para jugarlo y ponerlo en boga con otras personas conlas que compartía discapacidad hasta fundar a los Topos, cerró unciclo y abrió otro en vías de mostrarle a la gente lasposibilidades que ofrece la vida a pesar de lasperdidas.
“Para este torneo que dura dos o tres días te preparas todoun año, sabíamos de la presión por estar en casa y por recuperarel campeonato; también existía la motivación para dedicarle eltítulo a toda la gente detrás de nosotros y eso hoy es lo mássatisfactorio”, relata en exclusiva para El Sol de Puebla, eljugador estrella del equipo Jorge Lanzagorta.
Pero Lanzagorta, licenciado en comunicación y coordinador deproyectos en la organización de Servicios a la Juventud,asociación civil ocupada de chicos en situación de riesgo, revelaque la verdadera presión en el nacional de Puebla pasaba porcelebrar el nacional después del temblor del pasado 19 deseptiembre.
La catástrofe, la cual suma hasta hoy366 muertos entre Ciudad de México, Morelos, Puebla y Estado deMéxico, casi canceló la prueba reina del futbol para ciegos ydébiles visuales porque los organizadores discutían sobre si eraprudente o no llevarlo a cabo.
Prepararse todo un año para no jugar, vislumbraba un verdaderodesastre en las emociones de todo un equipo con el anhelo detriunfar ante su público, familias y el estado.
Pero en medio de la incertidumbre, la cual afectó en las dossemanas posteriores al sismo los entrenamientos del equipo, seconcluyó que el futbol para ciegos contaba con una oportunidaddorada para transmitir esperanza.
El torneo iba porqueiba.
“El equipo no supo que el nacional estuvo en riesgo por elsismo, sólo los organizadores conocían dicha posibilidad. Peroafortunadamente todo mundo accedió a llevarlo a cabo porqueencontramos un medio para transmitir esperanza y que nosotros comoejemplo de una perdida, la discapacidad visual, mostraríamos quese podía salir adelante”, explica.
Los Topos, como el grupo homólogo de rescatistas, mostrabanautosuficiencia ante la tragedia.
A LA COPA AMÉRICA
Jorge Lanzagorta figura hoy, junto a la mitad de los Topos, enla mira de la selección nacional próxima a participar en la CopaAmérica de Chile en noviembre próximo.
Puebla fungirá entonces como la base de dichorepresentativo.
El apellido Lanzagorta se convirtiódesde hace un lustro en habitual de las convocatorias deltricolor.
Solamente, en el último año se dio el lujo de vestir laelástica mexicana en los Paralímpicos de Río. A la justaveraniega el combinado nacional asistió por primera vez en suhistoria.
Lanzagorta anotó en el triunfo 2 por 0 de México sobreMarruecos en Brasil. El tanto del futbolista de los Topos secatalogó como uno de los mejores del certamen.
La Copa América de Chile otorgará pases a la Copa Mundial defutbol para ciegos y débiles visuales.