Toman decisiones, se encargan de empresas, apuestan por la realización personal y otras aún con todas sus actividades se dan tiempo de procurar a la familia; sin embargo, el papel de la mujer en el deporte profesional aún parece limitado en cuestión de puestos de liderazgo.
Según un dosier realizado y publicado en días pasados por el newsletter semanal El Míster, sólo el 32.2 por ciento de entre 62 instituciones censadas pertenecientes al deporte profesional mexicano presumen a una fémina “en un puesto clave”.
El Sol de Puebla charló por motivo del día internacional de la mujer en exclusiva con Marisa González, directora deportiva de Puebla dentro de la Liga Femenil MX, para saber si el aún discreto rol de la mujer en el deporte mexicano obedece a un tema de capacidad, género o discriminación.
Por cierto, Marisa y Puebla son una de 20 instituciones deportivas en México, considerando la Liga MX, la Liga Mexicana de Beisbol, la Liga Mexicana del Pacífico y la Liga Nacional de Baloncesto Profesional, encomendándole el destino de su organización a una mujer desde un puesto de dirección-gerencia.
A decir de Marisa, una de seis directoras deportivas dentro de la Liga Femenil MX de entre 18 clubes, la figura moderada de la mujer en el deporte profesional es porque apenas comienza a adentrarse en el mismo y no por un tema de falta credibilidad a su trabajo, al menos ésa es la visión que comparte desde su experiencia como parte del organigrama del circuito rosa mexicano de balompié.
“Estamos en el comienzo de un cambio y es así en todo, no sólo en el deporte. Las mujeres se están adentrando en este mundo y en cuestión particular de nuestra liga también estamos comenzando, avanzando y sin duda que el trabajo que estamos haciendo se centra en cimentar bases para otras”, expone la realizadora de un máster en la escuela de estudios superiores del Real Madrid.
“Por esa misma razón todas las mujeres que estamos trabajando en el deporte presumimos de una gran responsabilidad, porque aquí día a día hay que demostrar que cuentas con la preparación y que sabes, porque al final te haces referente de otras chicas que ven en ti un ejemplo”, agrega.
UN MODELO ÚNICO
En el Puebla, donde el puesto de directora deportiva no existía hasta antes del verano del 2020, Marisa se topó con la confianza ciega de los directivos.
Los hombres de pantalón largo de la escuadra blanquiazul buscaban a una persona con la capacidad de desarrollar un proyecto deportivo integral, donde no sólo se les diera la oportunidad a nuevos valores futbolísticos; también se ayudará a éstos con su preparación profesional, pues a diferencia de los hombres, el futbol femenil aún no da para vivir en la mayoría de los clubes del balompié nacional.
Todo esto, a partir de independizar al conjunto femenil de la estructura varonil del club (primer equipo, Sub-20 y Sub-17), pues las necesidades resultaban y aún resultan distintas.
Cabe destacar, la mayoría de los equipos pertenecientes a la Liga Femenil MX dependen de los cuadros de la Primera División o de la Liga MX en cuestión de presupuestos y patrocinadores.
“Con Puebla las cosas se dieron muy rápido, me invitaron a participar y me dijeron, ‘el puesto es tuyo si quieres’. Pero eso se da porque varios de los directivos conocían mi trabajo en el futbol de tiempo atrás”, comparte.
“La misión era organizar el equipo, independizarlo de las fuerzas básicas, hallando y atendiendo sus necesidades como equipo femenil. Hoy no sólo nos enfocamos en el tema futbol, también nos preocupamos en el factor preparación y por eso le buscamos a nuestras jugadoras becas estudiantiles en preparatorias y universidades”, agrega.
A medio año de su llegada, el 90 por ciento del plantel estudia o cuenta con estudios universitarios. Es decir, de una plantilla de 25 jugadoras, hoy 15 han recibido la oportunidad por parte del club de seguirse preparando.
Aunque la asignación pendiente del Puebla como conjunto de futbol es la calificación a la liguilla. La escuadra blanquiazul es hoy antepenúltima de la tabla general mirando a nueve puntos el octavo lugar de la tabla; es decir, Marisa aún presume mucha tarea por delante para cumplir con “la formación 360” deseada por el Puebla como institución.
