El matador de toros tlaxcalteca Rafael Ortega, ídolo de esta ciudad capital del estado poblano y muchas plazas del país finalmente falleció en Estados Unidos, tras permanecer hospitalizado por varios días en un nosocomio de UHTA, tras el infarto que sufrió el pasado jueves.
Vía telefónica, un familiar de Ortega confirmó el deceso del matador de toros en retiro, cerca de las 4 de la tarde hora del centro de nuestro país y ya se están realizando todas las gestiones para trasladar el cuerpo desde Utah a aeropuerto de la ciudad de México, y de ahí llevarlo a su natal Tlaxcala.
El matador Rafael Ortega acompañó a su familia la semana pasada a un triatlón donde participaron sus hijos, pero él decidió trotar un poco y después nadar. Fue en la piscina donde vino el infarto, situación que lo llevó a terapia intensiva de donde se esperaba un milagro para su recuperación, pero esta tarde de lunes perdió la batalla.
Ídolo de El Relicario
Rafael Ortega fue el gran ídolo de la plaza de toros El Relicario de Puebla, con él se queda toda una época del toreo de esta ciudad y esta importante plaza.
No se podría entender la fiesta taurina de la Angelópolis y El Relicario, sin el visionario empresario Don José Ángel López Lima ni sin el gran ídolo en el que se convirtió el matador Rafael Ortega Blancas.
Hace algunas semanas, el matador Rafael Ortega comentó para este medio: “Si algo me gustaría ahora como empresario taurino, sería manejar la plaza de toros El Relicario, que tanto cariño le tengo a esa afición”.
Tomó la alternativa aquí en Puebla capital con mucha fuerza el 23 de diciembre de 1990 con el toro “Brillantito” de Reyes Huerta, llevando como padrino al matador Manolo Arruza y en testimonio a David Silveti, con el tiempo y los continuos triunfos en esta plaza, Rafa Ortega tuvo en Puebla los inicios de una meteórica carrera hasta hacerse ídolo de la afición mexicana.
Nacido en el seno de una familia taurina, Ortega Blancas se consolidó en la plaza México como figura nacional y sostuvo intensas campañas año tras año por todos los cosos del país desde las ferias más importantes como Aguascalientes o Guadalajara hasta los recintos más modestos siempre con la mayor entrega para su afición. Estuvo cerca de llegar a las mil corridas lidiadas y decía: “me gustaría ser un torero milenario”.
De los pocos matadores tlaxcaltecas en la historia que han confirmado en la plaza de las Ventas de Madrid, Rafa Ortega fue uno de ellos, este acontecimiento sucedió el 24 de junio del 2001 llevando como padrino al venezolano Leonardo Benítez y de testigo a Ruíz Manuel, con una nada sencilla corrida de Los Derramaderos, el toro de la confirmación se llamó “Escandaloso”.
Sin duda, los hermanos Alberto y Rafael Ortega han sido de los matadores ídolos de esta afición poblana, las muchas tardes de gloria, y también de drama quedarán en las páginas de la historia de la tauromaquia de esta ciudad.
Se identificó tanto con Puebla que aquí estableció por muchos años su hogar junto con su esposa y sus dos hijos. Ambos estudiaron aquí sus respectivas carreras universitarias.
Una vez retirado de los ruedos, el matador decidió incursionar en la política donde fue diputado local y desde esa curul, siempre veló por los intereses de la fiesta taurina.
Tras salir del cargo público ejerció la doble tarea de empresario taurino y apoderado del huamantleco José Mari Macías. Y entonces se fue a vivir a su rancho El Cristo.
Hombre de familia, amigo del hogar, deportista y de una afición que no le cabía en el pecho. Como empresario organizó la feria de Tlaxcala capital en el 2019 con toda la categoría, después tuvo en sus manos la plaza de toros La Taurina de Huamantla donde aportó un área médica, una capilla para los toreros y mejoras en todas las instalaciones de la plaza.
Su último festejo que organizó con su empresa “Feria Toro” fue en Apizaco, Tlaxcala, donde trajo a la figura mundial Andrés Roca Rey.
Con Rafa Ortega se cierra un capítulo de gloria de la fiesta taurina de Puebla. Muchas generaciones enteras se aficionaron al toro por el imán de taquilla en el que se convirtió el torero de Apizaco, su entrega en el ruedo, sobre todo, su calidad humana dejan una huella permanente en el corazón de esta ciudad y el planeta de los toros que le dice “hasta pronto maestro Rafa”.
- 53 Años de edad tenía el matador de toros en retiro nacido en Apizaco
- 2 Toros con el nombre de Gobernador indultó Ortega en El Relicario a principios del nuevo milenio
- A Ortega era un deleite verlo en el ruedo, por sus ejecuciones con el capote, banderillas y muleta. Por eso se ganó el sobrenombre de El Señor de los tres Tercios
