La fortaleza de La Manada (la defensa) se esfumó el sábado en Pachuca, justo en las puertas de partidos de alto riesgo en la doble jornada.
El sábado en La Bella Airosa, la zaga universitaria se mostró a destiempo, fuera de sitio y falta de idea, como si se tratase de la defensa de los dos torneos previos al Apertura, cuando Lobos se ubicó como el peor muro de la competencia.
Por primera vez, después de cinco partidos en la presente justa, a los universitarios los dominaron a placer.
Ni siquiera el campeón Santos les remató tanto como el sábado sí hizo Pachuca. Y si Lobos se volvió a casa con un 3 por 0, en gran medida se debió a la notable actuación bajo los tres postes de Antonio Rodríguez.
Una máxima del futbol reza: si tu portero es la figura, es señal del dominio del otro equipo.
Tampoco debería de extrañar el flojo comportamiento de La Manada en defensa el sábado, pues ya desde el partido contra Atlas hubo signos de grietas en el muro licántropo.
La golpeada pared universitaria acabó por ceder en La Bella Airosa gracias a la explosividad ofensiva del Pachuca, conjunto el cual le sacó provecho a su juventud y velocidad.
Aunque los ataques hidalguenses arrancaban cuando Lobos trataba de salir con pelota limpia, justo ahí la presión alta tuza forzaba el error en la pareja de centrales licántropos llevándolos a decidir de forma apresurada.
Dicha situación mareó a los zagueros, quienes no sabían si mantenerse atentos a sus marcas o sobrevivir a la tensión ejercida por la línea delantera rival.
El planteamiento táctico de Pako Ayestarán prácticamente desarticuló al ataque de La Manada, el cual debía de bajar a ayudar a la zona baja para no hacer agua.
Y cuando presumía de la posesión del esférico, le costaba retenerlo y sólo intentaba de forma aislada en contras contadas.
Aun así, el equipo adiestrado por Juan Francisco Palencia se dio tiempo para estrellar un balón en la horquilla tras un lanzamiento de Byan Rabello antes de la media hora de partido.
Después de eso, poco o nada para relatar a casa.
UN CAMBIO TUMBÓ A LA MANADA
En el complemento, Ayestarán mandó al terreno a Víctor Guzmán. El mediocampista ofensivo se convirtió en el verdugo universitario con su descaro.
“El Talismán” generó el primer gol tras un autopase y posterior servicio raso en dirección de Ángelo Sagal.
El remate del delantero chileno se dio justo dentro del área chica.
En la jugada, Francisco “El Maza” Rodríguez aparece cubriendo el primer poste; sin embargo, el capitán no hace por cortar el centro, luego entonces Sagal remata a placer para el 1-0.
En el 2-0, obra de Víctor Guzmán, el centrocampista ahora cabecea dentro del área chica entre cuatro defensores y el portero.
Sobre el final, nuevamente la rapidez del Pachuca hizo presa a Lobos cuando Francisco Figueroa dejó por velocidad a su marcador por la banda de la izquierda, después llegó a línea de fondo y sirvió a Erick Gutiérrez para el tercero.
Una vez más había superioridad numérica de Lobos en el área, al contar con sus cuatro defensores y el portero… todos fuera de sitio y poco comprometidos a sus asignaciones.
La falta de responsabilidad e intensidad le costó a Lobos el tercero.
Luego de visitar a Pachuca y previo a la doble jornada, en el cubil urge recuperar el hambre, pues cinco fechas después se volvió al fondo de la tabla de los cocientes.
ESTADÍSTICAS
58% POSESIÓN 42%
24 TOTAL DE REMATES 15
13 REMATES A PUERTA 2
10 SAQUES DE ESQUINA 3
1 FUERAS DE JUEGO 3
2 SALVADAS PORTERO 10
15 FALTAS 12