Val’Quirico, tercer festejo anual. Tres cuartos de entrada en tarde soleada con buen ambiente.
Se lidiaron toros de Rancho Seco bien presentados y de buen juego en términos generales, destacando el segundo de Pablo Hermoso que fue de indulto. El jefe de los servicios de monosabios Gustavo Rugerio "El Lobo" recibió reconocimiento después del paseíllo tras 30 años de servicios.
Sebastián Torre recibió a “Don Juan” con 460 kilos número 161. Toro saino con transmisión que tras el segundo rejón de castigo vino a menos. No muy acertado con las banderillas ante un toro con claridad. Los Forcados de Mazatlán lograron consumar la pega al segundo intento y en distancia muy justa. Torre mató con menos de media ración de acero y saludó en el tercio.
ACTUACIÓN REDONDA DE PABLO
Pablo Hermoso lidió a su primer enemigo de nombre “Doctor”con 475 kg y No. 104. Un ejemplar muy en el tipo de Murube que maneja la ganadería de Rancho Seco. Toro Bravo, con recorrido y que fue claro en las embestidas. Pablo dejó un rejón de castigo para después brillar en las banderillas con quiebros y cambios de costado que el público acompañó con sus palmas. Los Forcados Amadores de Puebla no lograron la pega a pesar de los tres intentos. Hermoso de Mendoza dejó el rejón de muerte entero y caído para facturar dos orejas.
“Hacedero” con 450 kg, toro con calidad y movilidad donde invitó a torear a su hijo Guillermo. Ambos tuvieron una destacada actuación haciendo un espectáculo que encendió el gusto de los asistentes. El toro tuvo movilidad en todo momento y un sector del público pidió el indulto del toro que se concedió.
LUIS PIMENTEL TRES OREJAS
Un toro saino de salida alegre, bien presentado con que Pimentel estuvo esforzado. Un ejemplar con voluntad y fijo en las embestidas. Los forcados de Mazatlán lograron espectacular pega al primer intento. Luis Pimentel logró conectar con el público que hizo una buena entrada y hundió el acero al tercer intento. El juez José Luis Andriano concedió una oreja.
Luis Pimentel logró salir a hombros de esta plaza. Tras una lidia voluntariosa. También toreó por colleras con Sebastián Torre y ambos lograron la algarabía del respetable.
GUILLERMO CAYÓ DE PIÉ
“Don Miguel” con 470 kg y No. 101 fue el único toro que enfrentó Guillermo Hermoso, con casaca en obispo y bordados en oro. Un ejemplar que tuvo claridad en su embestida aunque duró poco y acusó ir a tablas desde el inicio. Por lo que Guillermo estuvo esforzado por agradar al respetable. Pinchazo y acero contrario con más de media ración para que el juez concediera los dos auriculares ante la algarabía del respetable.