“El que avisa no es traidor”, pero Atlantis Jr. no escuchó a Místico cuando éste le habló sobre los riesgos de andar en malos pasos y en el lunes clásico del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) “El Heredero de la Atlántida” descubrió por sí mismo los caminos de la oscuridad cuando Último Guerrero lo desconoció para expulsarlo del clan.
“El tiro” en el combate estelar del tradicional lunes de lucha en la Arena Puebla era entre “El Rey de Plata y Oro” y “El Luchador de Otro Nivel”, siendo acompañado el técnico por los Gemelos Diablo; mientras Bárbaro Cavernario y Atlantis Jr. hacían equipo con “El Último de su Estirpe”.
Después de una primera caída apegada al script, donde los rufianes echaron mano de todo tipo de artimañas para levantar los brazos, los técnicos emparejaron en el segundo capítulo aprovechando el primer “saque de onda” entre Último Guerrero y Atlantis. “El Heredero de la Atlántida” sujetaba a Místico para ser castigado por el lagunero, pero el técnico se alcanzaba a zafar y con toda su furia “El Guerrero de Otro Nivel” le dejaba una “caricia” a Atlantis.
El otrora técnico respetando a sus mayores le decía a Último Guerrero que con él no era el pleito, pero un rudo siempre es rudo y nunca anda con miramientos. “El Último de su Estirpe” ni se inmutó y sólo lo miró con ojos de pocos amigos, mientras Místico más ganón lo sorprendía por detrás y se lo llevaba al toque de espalada… tres y fuera.
Nada para nadie, pero la zozobra estaba a la orden del día, los de los asientos caros aseguraban la Arena Puebla apestaba a traición; aunque seguramente aquello era producto del mal olor de la esquina ruda… azufre y malos espíritus.
Y esos malos espíritus se apoderaron de Último Guerrero, quien como un poseso se olvidó del “Rey de Plata y Oro” para agarrarla con Atlantis.
A nadie le importó si los técnicos se llevaron el triunfo el lunes, las miradas las acaparó el pique entre “El Último de su Estirpe” y “El Heredero de la Atlántida”.
RETIENE EL TÍTULO
En el duelo por el título semicompleto de la NWA entre Stuka Jr. y Ángel de Oro, éste se lo apuntó el “Misil Humano” al darle una cucharada de su propio chocolate al “Luchador de 24 Kilates” cuando en la tercera caída le aplicó su castigo, La Mecedora, tras apaciguarlo de forma previa con una Plancha Torpedo.
A Ángel de Oro, y a sus seguidoras, no les quedó otra que reconocer la calidad del campeón, quien sin tanta espectacularidad o un cuerpo tan trabajado demostró que en ocasiones puede más la mañana que la fuerza.