Una de las rivalidades más añejas en la historia del beisbol de Grandes Ligas ha tenido dos protagonistas: Yankees de Nueva York y Medias Rojas de Boston.
Oponentes directos en la División Este, donde siempre se han distinguido por ser los principales protagonistas, en este 2021 se tendrán que jugar toda una temporada en un solo juego. El esperanzador duelo de comodines, donde los dos aspiran a salvar una campaña donde fueron superados por actuales campeones de la Liga Americana, los siempre sorprendentes Rayas de Tampa Bay.
La cita es esta noche, a las 19:00 horas en Fenway Park, donde solo para uno habrá mañana.
Con récord similar de 92 ganados 70 partidos, los dos equipos terminaron a ocho juegos de distancia de los punteros Rayas, pero con los boletos de comodín en la mano, superando en la carrera a los Azulejos Toronto, miembro de una División que fue la más competitiva de la temporada, y de los Marineros de Seattle, que en la última serie en su casa vieron como los Angelinos le ganaban dos duelos que lo sacaron de la puja final.
Los dos llegan a otro juego de definición, en un duelo extra como sucedió en 1978 cuando los dos terminaron empatados en primer lugar de la División Este (99-63) y tuvieron que jugarse el boleto a la Serie de Campeonato de la Liga Americana en un juego de desempate en el mismo Fenway Park.
Aquel 2 de octubre de 1978 en el Monstruo Verde, los Medias Rojas llegaron con ventaja de 2-0 a la séptima entrada en un choque donde Mike Torrez, que un año antes había ganado la Serie Mundial con los Yanquis, estaban ganando un gran duelo al zurdo Ron Guidry, que ese año registró una impresionante marca de 25-3.
Sin embargo, apareció la fatídica séptima entrada donde Chris Chambliss y Roy White sacudieron sencillos contra la serpentina de Torrez; Bob Lemon, manager de los Yanquis trajo como emergente a Jim Spencer por Brian Doyle, pero falló en elevado al izquierdo.
El noveno en el orden, Bucky Dent, un excelente parador en corto, vino a la caja de bateo y le depositó el lanzamiento a Mike Torrez del otro lado de la cerca “Monstruo Verde” para consumar la espectacular voltereta que enmudeció a los 32,925 fanáticos que abarraron el estadio de los Medias Rojas.
Fue apenas el quinto jonrón del año de Dent, pero ese último valió por los 40 que disparó en sus 12 años de carrera en la Gran Carpa.
En ese episodio, los Yankees armaron un ataque de cuatro carreras, hicieron una más en la octava y aunque Boston reaccionó con dos en el cierre, Rich Gossage, el famoso “Ganso” escapó del problema para apuntarse el rescate en una labor de dos entradas con dos tercios.
En ese tiempo, en la Gran Carpa solo había dos divisiones por liga, y avanzaban directo al juego de Campeonato.
Cuarenta y tres años después enfrentará este martes la misma situación y en el mismo escenario: otra vez jugándose la temporada a un solo juego, en el llamado duelo de comodín.
Para uno será el último de la temporada, para el otro será el primero de la postemporada, y la ilusión de seguir avanzando en los playoffs, aunque el primer rival que se encuentren sea el mejor del 2021 en la Liga Americana, en este caso los mismos Rayas de Tampa Bay.
El recuerdo más reciente de una batalla decisiva nos lleva al inolvidable 2004, cuando los Yankees colocaron en la lona a Medias Rojas (3-0) en la serie de campeonato de la Liga Americana, y Boston resurgió de sus cenizas para ganar los últimos cuatro partidos y avanzar a la Serie Mundial.
La racha de triunfos se alargó a ocho al barrer en cuatro choques a los Cardenales de San Luis y con ello, los Medias Rojas acabaron con la maldición del “Bambino” y con una sequía 86 años años sin ganar la Serie Mundial.
DUELO DE PITCHEO
Hoy, los Medias Rojas que buscan ajustar cuentas después de cuatro décadas, mandarán al cerrito al derecho Nathan Eovaldi, que terminó con marca de 16-13, mientras los Yankees se la juegan con su as de ases Gerrit Cole, que ganó 16, perdió 8 y registró una efectividad de 3.23.
Los dos lanzadores conocen a sus rivales a la perfección, y los bateadores a los pitchers rivales también.
Eovaldi le lanzó seis veces en la campaña a los Yankees, donde registró marca de dos ganados, dos perdidos y en dos ocasiones se fue sin decisión.
Cada vez que Eovaldi saltó al cerrito, los Medias Rojas registraron marca de 19 ganados con 13 perdidos.
Del otro lado, Cole se enfrentó en cuatro ocasiones a Medias Rojas con foja de dos ganados y dos perdidos.
Durante las 30 salidas en la temporada del ex Pirata y ex Astro, los Yanquis tuvieron marca de 16-14.
Cole nunca pudo ligar triunfos contra Boston. Perdió el primero, ganó el segundo, perdió el tercero y ganó el cuarto, precisamente en la última visita de los Yankees al Fenway Park, el pasado 24 de septiembre, donde su rival de montículo fue Nathan Eovaldi.
En tanto Eovaldi ganó los dos primeros, se fue sin decisión en los dos siguientes y perdió los dos últimos contra los Mulos.
Coincidencias que podrían marcar el rumbo del partido decisivo.
En cuanto a las ofensivas, los Yanquis lucen más que impresionantes con Gleyber Torres, Aaron Judge, Giancarlo Stanton, los refuerzos de lujo, Anthony Rizo y Joey Gallo; Gio Urshela, el veterano Brett Gardner, Roygned Odor y Kyle Higashioka.
Un orden al bate donde prácticamente no hay descanso.
Mientras Medias Rojas con Kike Hernández, Kylwe Schwarbwer, Rafael Devers, Xander Bogaerts, el mexicano Alex Verdugo, Hunter Renfroe, Kevin Plawecki, Bobby Dalbec y Christian Arroyo y con la baja de su toletero JD Martínez, no luce con esa ofensiva de miedo, pero tratará de recurrir al bateo oportuno y una concentración absoluta, argumentos de los que careció en la pasada visita de los Yanquis, para tratar de imponer la ley en su propia casa.
A disfrutar la batalla que abre la ronda de postemporada en la mejor pelota del mundo.
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