/ lunes 21 de febrero de 2022

Abuelita roba diamantes valuados en 116 millones, pero solo devuelve 6 mil pesos

Hasta el momento no se han recuperado los diamantes originales

Lulu Lakatos, mujer de 60 años, fue sentenciada a más de cinco años de prisión después de encontrarse culpable de colaborar en el robo de varios diamantes con un valor superior a 4.2 millones de libras, poco más de 116 millones de pesos, aunque en su arresto solo poseía un capital total de 293 euros, cerca de seis mil pesos.

Su sentencia se dio en julio del año pasado y se espera que reciba más cargos en su contra como su posible extradición a Francia, debido a que la mujer formaría parte de una red de robo internacional mucho más grande.

¿CÓMO OCURRIÓ EL ROBO?

El robo originalmente ocurrió en marzo de 2016 en las instalaciones de la lujosa joyería Boodles ubicada en Mayfair, Londres. En el sitio, Lulu fue enviada como una supuesta experta en gemas, la cual llevaba por nombre “Anna” y buscaba evaluar los diamantes para que un millonario ruso los comprara.

Antes de que Lakatos completara la operación, otros criminales que forman parte de la red de robo visitaron la joyería y se hicieron pasar como el supuesto staff del inversor ruso, quienes pidieron una última valuación de un experto para completarla.

El 10 de marzo de ese año Lulu llegó a las instalaciones de la joyería para observar los siete diamantes, uno de ellos con un valor de 2.2 millones de libras, y ubicados en un bolso para ser revisado en la sala de exposición del sótano de la empresa.

Lakatos con mucha astucia utilizó una distracción para cambiar la bolsa que contenía los diamantes por una idéntica que contaba con piedras sin valor. En ese momento, otro miembro de la operación se comunicó a la joyería para que Nicholas Wainwright, presidente de Boodles, saliera de la sala por un momento para comunicarse con el supuesto comprador ruso.

Después de salir de la tienda con los diamantes, Lulu entregó la bolsa de diamantes a otra mujer cómplice quien utilizaba un largo abrigo, en donde ocultó la bolsa, así como una bufanda y un sombrero para ocultar su identidad y se dirigió rumbo a Francia en un tren de alta velocidad.

SU BÚSQUEDA Y CAPTURA

Emma Barton, experta de diamantes de la joyería, fue la primera en tener sospechas sobre la situación por lo que decidió abrir la caja fuerte para confirmar la presencia de los diamantes. Al hacerlo, descubrió que los diamantes habían sido cambiados por pequeñas piedras de jardín.

Fue por medio de las cámaras de circuito cerrado en la exposición del sótano de la joyería como se tuvo la imagen de Lakatos para su búsqueda. Fue en septiembre del 2020 cuando se logró su captura durante una redada realizada en Europa y fue extraditada al Reino Unido.

Cuando fue interrogada señaló que el sobrenombre de Anna lo utilizó al llamarse así su hermana menor, quien había fallecido en octubre de 2019 en un accidente automovilístico, situación que aprovechó para usar su pasaporte.

También, señaló que era originaria de Rumania y se descubrió que ya había recibido tres condenas previas por robo en Francia, además de ser buscada en Suiza por cometer un robo casi idéntico, pero en el que cambió un sobre con cerca de 400,000 euros por uno similar relleno de papel.

Respecto al robo de los diamantes, llegó a Londres un día antes del robo y se hospedo en el Cricklewood Lodge Hotel junto a otros tres sospechosos y realizaron un viaje rápido a la joyería como parte del reconocimiento.

A pesar de que robó una cantidad de 4.2 millones de libras en diamantes, al momento de la detención se detectó que todo el capital de Lakatos ascendía a solo 250 libras, por lo que fue lo único que entregó a las autoridades, algo que levantó las sospechas del juez.

Finalmente fue sentenciada a cinco años y medio de prisión por un jurado de Soutwark Crown al ser encontrada culpable de conspiración de robo. También, fueron capturados dos sospechosos más, quienes recibieron sentencias de tres años y el otro de ocho meses en prisión.

Las autoridades seguían en busca de dos mujeres sospechosas más, además de que los diamantes nunca lograron recuperarse en lo que calificaron una operación internacional muy grande y con operaciones muy detalladas.

“Este fue un robo muy audaz, realizado a plena vista del personal experimentado y profesional de una joyería de renombre”, explicó William Man, sargento detective del Servicio de Policía Metropolitana de Londres. “La meticulosa planificación y ejecución de este robo me revela que los involucrados eran criminales altamente calificados”.

Lulu Lakatos, mujer de 60 años, fue sentenciada a más de cinco años de prisión después de encontrarse culpable de colaborar en el robo de varios diamantes con un valor superior a 4.2 millones de libras, poco más de 116 millones de pesos, aunque en su arresto solo poseía un capital total de 293 euros, cerca de seis mil pesos.

Su sentencia se dio en julio del año pasado y se espera que reciba más cargos en su contra como su posible extradición a Francia, debido a que la mujer formaría parte de una red de robo internacional mucho más grande.

¿CÓMO OCURRIÓ EL ROBO?

El robo originalmente ocurrió en marzo de 2016 en las instalaciones de la lujosa joyería Boodles ubicada en Mayfair, Londres. En el sitio, Lulu fue enviada como una supuesta experta en gemas, la cual llevaba por nombre “Anna” y buscaba evaluar los diamantes para que un millonario ruso los comprara.

Antes de que Lakatos completara la operación, otros criminales que forman parte de la red de robo visitaron la joyería y se hicieron pasar como el supuesto staff del inversor ruso, quienes pidieron una última valuación de un experto para completarla.

El 10 de marzo de ese año Lulu llegó a las instalaciones de la joyería para observar los siete diamantes, uno de ellos con un valor de 2.2 millones de libras, y ubicados en un bolso para ser revisado en la sala de exposición del sótano de la empresa.

Lakatos con mucha astucia utilizó una distracción para cambiar la bolsa que contenía los diamantes por una idéntica que contaba con piedras sin valor. En ese momento, otro miembro de la operación se comunicó a la joyería para que Nicholas Wainwright, presidente de Boodles, saliera de la sala por un momento para comunicarse con el supuesto comprador ruso.

Después de salir de la tienda con los diamantes, Lulu entregó la bolsa de diamantes a otra mujer cómplice quien utilizaba un largo abrigo, en donde ocultó la bolsa, así como una bufanda y un sombrero para ocultar su identidad y se dirigió rumbo a Francia en un tren de alta velocidad.

SU BÚSQUEDA Y CAPTURA

Emma Barton, experta de diamantes de la joyería, fue la primera en tener sospechas sobre la situación por lo que decidió abrir la caja fuerte para confirmar la presencia de los diamantes. Al hacerlo, descubrió que los diamantes habían sido cambiados por pequeñas piedras de jardín.

Fue por medio de las cámaras de circuito cerrado en la exposición del sótano de la joyería como se tuvo la imagen de Lakatos para su búsqueda. Fue en septiembre del 2020 cuando se logró su captura durante una redada realizada en Europa y fue extraditada al Reino Unido.

Cuando fue interrogada señaló que el sobrenombre de Anna lo utilizó al llamarse así su hermana menor, quien había fallecido en octubre de 2019 en un accidente automovilístico, situación que aprovechó para usar su pasaporte.

También, señaló que era originaria de Rumania y se descubrió que ya había recibido tres condenas previas por robo en Francia, además de ser buscada en Suiza por cometer un robo casi idéntico, pero en el que cambió un sobre con cerca de 400,000 euros por uno similar relleno de papel.

Respecto al robo de los diamantes, llegó a Londres un día antes del robo y se hospedo en el Cricklewood Lodge Hotel junto a otros tres sospechosos y realizaron un viaje rápido a la joyería como parte del reconocimiento.

A pesar de que robó una cantidad de 4.2 millones de libras en diamantes, al momento de la detención se detectó que todo el capital de Lakatos ascendía a solo 250 libras, por lo que fue lo único que entregó a las autoridades, algo que levantó las sospechas del juez.

Finalmente fue sentenciada a cinco años y medio de prisión por un jurado de Soutwark Crown al ser encontrada culpable de conspiración de robo. También, fueron capturados dos sospechosos más, quienes recibieron sentencias de tres años y el otro de ocho meses en prisión.

Las autoridades seguían en busca de dos mujeres sospechosas más, además de que los diamantes nunca lograron recuperarse en lo que calificaron una operación internacional muy grande y con operaciones muy detalladas.

“Este fue un robo muy audaz, realizado a plena vista del personal experimentado y profesional de una joyería de renombre”, explicó William Man, sargento detective del Servicio de Policía Metropolitana de Londres. “La meticulosa planificación y ejecución de este robo me revela que los involucrados eran criminales altamente calificados”.

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