¿Te imaginas dormir entre cabellos, gérmenes, piel muerta, restos de maquillaje (en el caso de las mujeres) saliva y bacterias? No, seguramente no te gustaría, pues eso es lo que pasa cuando no cambias seguido la funda de tu almohada, ya que, aunque no son apreciables al ojo humano, toda esta bola de acumulaciones permanece ahí y pueden afectar a tu piel.
Y es que, en realidad, no muchas personas saben con qué frecuencia se debe de retirar y lavar la ropa de su cama, por lo que es importante hacer de su conocimiento que se trata de elementos cruciales para mantener un buen estado de la piel y también de la salud en general. Es así como, en esta nota, te compartimos lo que dicen los expertos al respecto.
El cambio de funda de almohada y las afectaciones en la piel
Antes de exponerte, qué dicen los especialistas sobre el cambio de fundas de almohadas, es importante destacar las afectaciones que la piel puede sufrir por no tener una buena higiene con esta ropa de cama.
Debido a que estas, están en contacto directo con la piel y con el cabello, un cambio frecuente es importante, ya que si está sucia, podría causar afectaciones en la piel debido a la exposición que tiene con lo que el cuerpo por sí mismo desprende.
Por tal motivo, puede causar diferentes problemas, partiendo de erupciones en la piel, acné, un brote de espinillas, hasta alergias exacerbadas, incluso síntomas de asma, además de que es muy probable que al recostarse sobre la funda, se le queden pegados restos de maquillaje, lo que dañaría el cabello.
¿Cada qué tiempo debo de cambiar la funda de la almohada?
Las razones principales por las que es importante cambiar la funda de tu almohada tienen que ver con aspectos como la salud y la higiene, ya que en ellas se pueden acumular gran cantidad de ácaros o gérmenes que puedan afectar a tu salud.
Cuando se hace este cambio, se pueden evitar complicaciones por alergias o asma, principalmente en situaciones como: sudor excesivo al dormir, el dormir con mascotas e la cama, dormir sin bañarse y dormir desnudo, entre otras.
A pesar de que muchas personas suelen cambiar la ropa de su cama cada dos semanas o más, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Kingston, se demostró que en esta pueden albergar hasta 1.5 millones de bacterias, mismas que, además de dañar la piel, puede hacer que el sistema inmune se debilite y que las personas se enfermen con más facilidad.
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Es por eso, que se recomienda que las fundas de las almohadas se cambien, por lo menos, cada semana, y aunque pueda parecer algo exagerado, lo cierto es que si se toman en cuenta los factores mencionados con anterioridad, así como el clima, que en tiempos de primavera-verano el calor hace que se produzca más sudor, incluso se llega a sugerir que, en estos escenarios lo más recomendable sería cambiarlas cada tres noches, sobre todo si se transpira mucho al dormir.
Por otra parte, la gurú de limpieza Shannon Lush en declaraciones citadas por Vogue, indica que, al ser algo que está en contacto directo con la piel y con el cabello, las fundas de almohada deberían cambiarse cada dos días.
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