Durante las siguientes noches despejadas, observe a simple vista a hermosas estrellas y sus constelaciones, que adornan el cielo de otoño.
Como en otras ocasiones, solo necesitará conocer los puntos cardinales o tener una brújula o instalar una app gratuita de brújula en su teléfono inteligente o tableta electrónica.
LA LUNA Y LOS PLANETAS
Al iniciar las noches de otoño, alrededor de las 8 pm, brilla al este (oriente), por donde sale el Sol cada mañana, el hermoso planeta Marte, es el único lucero rojo en la zona. El 18 de octubre al otro lado, al oeste (poniente), estará naciendo la Luna que viene de Luna Nueva (16 oct.), cada día avanzará hacia el este.
Al sur, levantando la vista, brillan los planetas Júpiter y de menor brillo Saturno de tono amarillo. El 22 de octubre la Luna estará en conjunción con Júpiter y Saturno. Y entre el 28 y 29 la Luna se encontrará con Marte. Note que día a día la Luna estará más iluminada, el 23 estará en Cuarto Creciente y el 31 en Luna Llena, la segunda del mes y por lo tanto Luna Azul.
EL TRIÁNGULO
Vea abajo de Júpiter y Saturno y luego hacia el sureste, ahí brilla la solitaria estrella Fomalhaut de la constelación del Pez Austral.
Ahora gire y vea al norte, levante la vista hasta casi lo más alto en el cielo, el cenit. Verá brillar tres estrellas que sobresalen del resto. La más brillante y al oeste es Vega, de la constelación de la Lira. La del este es Deneb de la constelación del Cisne, y la estrella que apunta a Júpiter y Saturno es Altair, de la constelación del Águila. Las tres forman El Triángulo de Verano. Este Triángulo no es una constelación, sino una de las figuras no oficiales, los llamados asterismos.
Con binoculares observe dentro del Triángulo a la pequeña constelación de La Flecha y al costado oeste, fuera del Triángulo a la pequeña constelación del Delfín. Ambas son muy hermosas.
LAS ESTRELLAS
Vega es del doble de tamaño del Sol, con un brillo de 40 soles. Se encuentra a 25 años luz de nosotros. Lo que significa que la luz observada partió de Vega hace 25 años y viajó a la velocidad de la luz (300 mil km/s) hasta llegarnos. Vega es la estrella protagonista de la novela de Carl Sagan, Contacto, y posterior película de Jodie Foster y Matthew McConaughey.
Deneb es 200 veces mayor que el Sol, ubicada a 2 615 años luz aprox., es decir, su luz partió antes del nacimiento del cristianismo. Deneb brilla como 196 mil soles, sí, leyó bien.
Altair supera por poco el tamaño del Sol y brilla como 10 soles. Se encuentra a solo 16 años luz de nosotros.
Fomalhaut es casi el doble que el Sol, con un brillo de 17 soles. A su alrededor tiene un disco de gas y polvo, un disco protoplanetario en donde está naciendo un Sistema Planetario. Se creyó descubrir un exoplaneta, llamado Dagón, pero luego desapareció, al parecer lo confundieron con una burbuja de gas.
LA MITOLOGÍA GRIEGA
Vega pertenece a la Lira, un instrumento musical de cuerdas. La constelación hace referencia a la Lira de Orfeo, quien con su hermosa música calmaba a las fieras. Él estaba muy enamorado de su esposa Eurídice. Al morir ella, Orfeo quedó destrozado, decidió bajar al reino de la muerte, gobernado por Hades y resucitarla.
Orfeo deleita a Hades y a su esposa Perséfone con su música, quienes acceden a devolverle a Eurídice, con la condición que mientras salen del reino, él no puede voltear a verla. Orfeo recorrió el camino temiendo ser víctima de un engaño. Al momento de salir, de dar el último paso, la curiosidad lo venció y de reojo, vio a Eurídice sumergirse en la obscuridad de la muerte. Mito que nos recuerda que sin importar cuanto lo deseemos, no podemos regresar a los muertos.
Deneb pertenece al Cisne, constelación que representa a Zeus. Cierto día, Zeus vio a Leda y se enamoró de ella. Tomó la figura del ave para acercarse sin ser rechazado. Ahí pudo seducirla. Más tarde ese día regresó Tindáreo, esposo de Leda y pasó la noche con ella.
Meses después, Leda puso dos huevos. De uno nacieron Helena de Troya y Pollux, como hijos de Zeus y por lo tanto semidioses inmortales, y del otro nacieron Clitemnestra y Castor, hijos de Tindáreo y mortales. La mitología reconoce a Castor y Pollux como gemelos, que forman la constelación de Gemini (sin la “s”), en el cielo de invierno.
El Águila también representa a Zeus, en otra de sus mañosas transformaciones. Zeus vio al joven príncipe troyano Ganímedes y se enamoró de él. Tomó la forma del águila para secuestrarlo. Zeus le dio el puesto de escanciador de los dioses, puesto que había dejado Hebe para casarse con Herácles (Hércules). El deber de Ganímedes era servir vino y agua a los dioses del Olimpo, por sus servicios fue colocado en el cielo como la constelación del Aguador o Acuario.
En el cielo mitológico, Acuario da de beber al Pez Austral. Esta constelación viene de los asirios, representa a un pez que salvó a Derceto, hija de Afrodita, de morir ahogada. Para los egipcios, el pez salvó a la diosa Isis.
Durante las siguientes noches despejadas, maravíllece observando a los planetas Marte, Júpiter y Saturno; así como a las estrellas del Triángulo de Verano: Vega, Deneb y Altair, así como a la solitaria Fomalhaut, cuando la observe, recuerde que ahí está naciendo un Sistema Planetario. german@astropuebla.org
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