Artículo No. 1148
Fantasmas, brujas y monstruos aparecen en nuestra mente distorsionando la realidad e inflamando la imaginación. Hay sombras fantasmales que circulan en las imágenes de los astrónomos al observar el universo.
Veamos algunos:
LA CABEZA DE LA BRUJA
En la constelación del río Erídano, cerca de la estrella Rigel de la constelación de Orión, a 900 años luz de distancia se encuentra la Nebulosa Cabeza de Bruja.
La tenebrosa imagen es el grito desesperado de una estrella moribunda que expulsó su material por doquier.
La nebulosa IC 2118 es iluminada por la cercana estrella Rigel de Orión.
Para tranquilidad de todos, la nebulosa de La Bruja, como todas las nebulosas, es un criadero de estrellas: La Bruja está teniendo descendencia.
EL FANTASMA
En una tranquila noche de 1966 el astrónomo canadiense Sidney van den Bergh observaba la nebulosa NGC 7023 en la constelación de Cefeo, sin esperar encontrar la sombra de un fantasma que vuela ocultando las mentes más sagaces.
La nebulosa del Fantasma, a 1 470 años luz de nosotros, brilla gracias a las estrellas del interior.
LA CABEZA DEL FANTASMA
Cerca de la estrella 30 de la constelación del Dorado en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite de nuestra Vía Láctea, el telescopio espacial Hubble captó dos brillantes y calientes esferas de gas de hidrógeno y oxígeno envueltas en una nube molecular, dando la imagen de un fantasma. Se encuentra a 160 mil años luz de nosotros.
LA ESTRELLA DEMONIO
Perseo es hijo de Zeus y la hermosa Dánae. Ella fue encerrada por su padre Acrisio, rey de Argos, pero el caprichoso Zeus bajó en forma de lluvia dorada y entró al encierro de Dánae. Meses después ella dio a luz a un hijo, Perseo. Acrisio descubrió este hecho y los arrojó al mar.
Ambos llegaron al reino de Sérifos, gobernado por Polidectes. La belleza de Dánae deslumbraba a los hombres. Polidectes quiso hacer a un lado a Perseo para acercarse a Dánae, así que informó de un falso matrimonio con la princesa Hipodamia. Los habitantes de la isla debían regalar un caballo a Polidectes por el compromiso pero, al no tener nada, Perseo ofreció la cabeza de la Medusa Gorgona, la que con una mirada convierte a quien la viera en piedra.
Perseo cortó la cabeza de la Medusa y con ella derrotó al monstruo Cetus, que estaba por matar a la princesa Andrómeda, ofrecida a Cetus en sacrificio para salvar el reino de Jopa de Cefeo y Cassiopea.
Quien se atreva a buscar la constelación de Perseo en los cielos de otoño observará entre sus manos la cabeza de la Medusa: dos estrellas representan su aterradora mirada; una de ellas parece guiñar a quien la observa.
La estrella es llamada Algol, del árabe Ras-al-guil, “La Estrella del Demonio”. La estrella aumenta y disminuye su brillo cada 2 días y 20 horas, es una clásica estrella variable. Da la impresión de que la Medusa conserva su petrificante mirada y nos observa desde lo alto en las noches estrelladas.
LA NEBULOSA DEL VELO
Es el último registro de la existencia de una estrella, la nebulosa del Velo asemeja un espectro moviéndose entre las estrellas de la constelación del Cisne, a 1 400 años luz de nosotros.
LA CALAVERA DE PERSEO
Al observar en rayos X aparecen imágenes que nuestros ojos no pueden observar. La caprichosa imagen en rayos X del cúmulo de Perseo (a 320 años luz) delata una calavera.
LA AURORA FANTASMA
En una llamarada solar el Sol expulsa partículas que a veces llegan a la Tierra. El campo magnético protector de la Tierra las dirige a los polos; al interaccionar con la atmósfera terrestre dotan de energía a los átomos atmosféricos que, de inmediato, la pierden en forma de luz, lo que llamamos “auroras polares”, tanto boreales como australes.
Los colores de las auroras dependen de los átomos en la atmósfera. El hidrógeno y helio dan los colores azules y púrpuras, que no siempre se observan pero sí aparecen en las fotografías. Amarillo verdoso procede del oxígeno a 100 km de altura, las auroras más abundantes. El mismo oxígeno, pero a 320 km de altura, da el color rojo.
En algunas ocasiones estas formas imitan tenebrosas figuras que animan nuestra imaginación.
Al amanecer de un día de invierno de 2013 en Canadá, Yuichi Takasaka fotografiaba las luces serpenteantes de las auroras cuando un conjunto de luz tomó de momento una figura fantasmal.
De tono verdoso, la aurora fantasma nos recuerda que desconocer los fenómenos de la naturaleza nos lleva a creer que las sombras y luces vienen de un inexistente mundo de espectros fantasmales.
GNOMOS Y ELFOS
En 1988 se observó en los planetas Júpiter y Saturno destellos atmosféricos desconocidos. Al siguiente año se observaron sobre el Mar de China destellos similares. Fueron llamados Eventos Luminosos Transitorios (TLE). Se catalogaron varios de ellos y obtuvieron curiosos nombres: gnomos, elfos y duendecillos. Estas desconocidas luminiscencias son estudiadas en la Facultad de Físico Matemáticas de la BUAP a través de su participación en el satélite ruso Mijaíl Lomonosov.
Curiosidades aterradoras de las que nuestra mente juega con las nubes y luces; si no estamos firmes podemos perder el piso científico y convertirnos en fantasmas y brujas que vagan por la Tierra oscureciendo todo intento de conocimiento. Lo más aterrador. german@astropuebla.org
SABÍAS QUE
Pareidolia: fenómeno psicológico que nos hace ver o escuchar falsedades reconocidas en objetos o sonidos diferentes a lo percibido. Es decir, imaginamos ver o escuchar cosas que no son. Por ejemplo, figuras en las nubes o fantasmas en las sombras.
El proyecto Galaxy Zoo reúne a voluntarios de todo el mundo para ayudar a los astrónomos a clasificar galaxias. En 2008 la holandesa Hanny Van Arkel descubrió un espeluznante objeto inclasificable a 650 millones de años luz de distancia con una forma que recuerda a una nave klingon del universo de Star Trek. Al principio se le llamó objeto fantasma. Hoy se cree que los “Objetos de Hanny” son nubes de gas iluminados por rayos X y radiación ultravioleta proveniente de un supermasivo agujero negro o un cuásar de la galaxia cercana. Los cuásares son fuentes intensas de radiación, por ahora se desconoce su naturaleza.
DATO CURIOSO
En el episodio 4 de “Cosmos”, de Neil deGrasse Tyson, se menciona que William Herschel (el descubridor de Urano) creía en fantasmas pero no en fantasmas de personas. Le explica a su hijo John que las estrellas están tan lejos que su luz tarda años, siglos o eones en llegar a nosotros y para entonces puede que alguna de esas estrellas ya haya muerto. Al ver el cielo repleto de estrellas vemos los fantasmas de algunas de ellas.