Artículo No. 1196
En las noches frías y obscuras aparecen ante los astrónomos las fantasmales imágenes de espectros que recorren nuestro universo.
Cuando observe el cielo estrellado, recuerde que por la enorme distancia de las estrellas, es posible que muchas ya hayan muerto, y solo veamos la luz que no termina de llegar, es la luz de una estrella fantasma que ya no existe.
LA CABEZA DE LA BRUJA
A 900 años luz de nosotros, cerca de la estrella Rigel de Orión, brilla el grito desesperado de una estrella moribunda. La nebulosa Cabeza de la Bruja (IC 2118), es el último rastro de la existencia de la fatídica estrella. Como pompa fúnebre, la nebulosa es iluminada por el azul de la cercana Rigel. Para su tranquilidad, como la mayoría de las nebulosas, la de la Cabeza de Bruja es un criadero de estrellas, la bruja prepara su descendencia.
Aunque lejana la luz se hace presente, el año luz es una medida de distancia, no de tiempo, nos indica la distancia recorrida por la luz en un año, viajando a la velocidad de la luz, 300 mil km/s; es equivalente a 9 460 730 472 580.8 km. recorridos por año.
EL FANTASMA DE CEFEO
En una tranquila noche de 1966, el astrónomo Sidney van den Bergh descubrió al fantasma de Cefeo. A 1 470 años luz de nosotros, sobre la constelación de Cefeo, la imagen del fantasma vuela atemorizando a los observadores. La luz emana de las estrellas del interior. Es un fantasma enorme, de dos años luz de largo.
LA CABEZA DEL FANTASMA
En la soledad absoluta, el Telescopio Espacial Hubble miró cerca de la estrella 30 de la constelación del Dorado, en la Gran Nube de Magallanes, captó dos brillantes y calientes esferas de gas de hidrógeno y oxígeno envueltas en una fantasmal nube molecular. Se encuentra a 160 mil años luz de nosotros.
EL FANTASMA DE CASSIOPEIA
Al caer la noche en los días de muertos y Halloween, se levanta al noroeste el fantasma de Cassiopeia (IC 63), una nebulosa de reflexión a 550 años luz de nosotros en la constelación de Cassiopeia. Aunque es invisible para nuestros telescopios, durante las frías noches de octubre y noviembre, mientras dormimos la nebulosa recorrerá el cielo nocturno sobre nosotros.
La nebulosa brilla de manera intermitente por acción de la extraña estrella azul gamma de Cassiopeia. La estrella tiene 19 veces la masa del Sol con 65 mil veces su brillo, gira a la aterradora velocidad de 1.6 millones de km/h, 200 veces más rápida que el Sol. La rápida rotación aplasta la forma esferoidal de la estrella ocasionando erupciones y variaciones de brillo.
LA ESTRELLA DEMONIO
En la mitología griega, Perseo ofreció la cabeza de la Medusa Gorgona a Polidectes, como regalo de bodas por su matrimonio con Hipodamia. Perseo no sospechaba que el rey lo quería lejos, para acercarse a su madre Dánae. La boda real era una artimaña. Ir tras la Medusa era un reto mortal, pues tenía la maldición de convertir en piedra a quien la mirase a los ojos. Perseo usó su escudo como espejo para mirarle de forma indirecta y cortar su cabeza. A su regreso, rescató a la princesa Andrómeda quien encadenada, estaba al acecho del temible monstruo Cetus. Perseo convirtió en piedra a Cetus utilizando la cabeza de la Medusa que traía consigo.
Cuando en las noches de otoño o invierno, observe la constelación de Perseo, cerca de Cassiopeia, Cefeo y Andrómeda, verá a una de las estrellas modificar su brillo. Es llamada Algol, del árabe Ras-al-guil “La Estrella del Demonio”. Algol se encuentra a 93 años luz de nosotros, es una clásica estrella variable, aumenta y disminuye su brillo cada 2 días y 20 horas. En la constelación, Perseo aparece con la cabeza de la Medusa en una mano, la variable Algol es uno de los ojos de la Medusa, la variación del brillo da la impresión de que la Medusa le guiña a quien se atreve a observarla. No necesitará de binoculares o telescopio, con sus propios ojos podrá petrificarse observando el disminuir y aumentar su brillo.
LA NEBULOSA DEL VELO
Como espectro fantasmal de una estrella ya desaparecida, flota en el espacio negro la nebulosa del Velo, en la constelación del Cisne, a 1 400 años luz de nosotros. El color rojo proviene de los átomos del hidrógeno, mientras que el oxígeno da el color azul-verde.
LA AURORA FANTASMA
En una llamarada solar, el Sol expulsa partículas que a veces llegan a la Tierra. El campo magnético protector de la Tierra las dirige a los polos; al interaccionar con la atmósfera terrestre dotan de energía a los átomos atmosféricos que de inmediato la pierden en forma de luz, lo que llamamos “auroras polares”, tanto boreales como australes.
Los colores de las auroras dependen de los átomos en la atmósfera. El hidrógeno y helio dan los colores azules y púrpuras, que no siempre se observan pero aparecen en las fotografías. Amarillo verdoso procede del oxígeno a 100 km de altura, las auroras más abundantes. El mismo oxígeno, pero a 320 km de altura, da el color rojo.
Al amanecer de un día invernal de 2013 en Canadá, Yuichi Takasaka observó a las luces serpenteantes de la aurora cuando cobrá una forma fantasmal.
LA CALAVERA DE PERSEO
Al observar en rayos X al cúmulo de Perseo, a 320 años luz de nosotros, aparece la brillante y tenebrosa calavera de Perseo.
Las aterradoras formas de las nebulosas nos recuerda que desconocer los fenómenos de la naturaleza nos lleva a creer que las sombras y luces vienen de un inexistente mundo de espectros fantasmales.
Curiosidades aterradoras de las que nuestra mente juega; si no estamos firmes podemos perder el piso científico y vagar como fantasmas y brujas oscureciendo todo intento de conocimiento. Lo más aterrador. german@astropuebla.org
SABÍAS QUE
Pareidolia: fenómeno psicológico que nos hace ver o escuchar falsedades reconocidas en objetos o sonidos diferentes a lo percibido. Por ejemplo, figuras en las nubes o fantasmas en las sombras.
