Uno de los próximos proyectos de la ciencia y de organizaciones como la NASA es lograr que el humano llegue a Marte y expandir los límites de la raza humana al llegar a otro planeta, pero los científicos mantienen sus dudas sobre cómo llegar y sobre lo que pasará con los astronautas en el nuevo mundo.
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En un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad College London del Reino Unido, se encontró que una de las cosas que podrían ponerse en peligro de los astronautas es su salud renal, debido a que el viaje podía dejar con diálisis a los viajeros.
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El estudio buscó enfocarse en la salud renal de los astronautas, por lo que se hicieron distintas pruebas con animales y con base a los datos que se tienen sobre la salud de las personas al realizar los viajes espaciales.
Uno de los principales problemas para la salud es la Radiación Galáctica Cósmica (GCR, por sus siglas en inglés), que genera diversas complicaciones como es la pérdida de la masa ósea, el debilitamiento del corazón, la vista y el desarrollo de cálculos renales.
Para realizar las pruebas, los científicos expusieron a ratones a dosis simuladas de GCR equivalentes a las que recibiría un astronauta en un viaje de ida y vuelta a Marte, lo que se estima sea 1.5 años para el primer vuelo y 2.5 años para el segundo.
En los resultados, tan solo a un mes de estar en el espacio, tanto los humanos como los animales comienzan a mostrar contracción en los riñones, algo que se sospecha puede ser causado por la microgravedad.
“Sabemos lo que les ha ocurrido a los astronautas en las misiones espaciales relativamente cortas realizadas hasta ahora en términos de aumento de problemas de salud, como los cálculos renales. Lo que no sabemos es por qué se producen estos problemas ni qué va a ocurrir con los astronautas en vuelos más largo, como la misión propuesta a Marte”, señaló Keith Siew, del Centro Tubular de Londres y autor principal del estudio.
Las muestras del estudio indican que, de no encontrarse una forma de evitar la exposición a la radiación GCR, los daños podrían llegar a ser permanentes en viajes de este tipo o podrían provocar problemas en la función de los riñones.
“Sabemos que los riñones tardan en mostrar signos de daño por radiación. Para cuando esto se haga evidente, probablemente sea demasiado tarde para evitar la falla, lo que sería catastrófico para las posibilidades de éxito de la misión”, comentó Siew.
¿Existe forma en que puedan mejorarse estos problemas en los astronautas?
Los investigadores en el estudio plantearon posibles soluciones al problema con los riñones, como que las investigaciones que puedan darse terminen por beneficiar no solo a la salud de los astronautas, también a la de las personas en la Tierra.
Al respecto, Stephen Walsh, coautor del estudio, planteó la posibilidad de que una medicina pueda ser desarrollada, una que incluso pueda ayudar a pacientes con cáncer en los riñones o que necesitan de dosis muy altas de radioterapia.
“A medida que conozcamos mejor la biología renal, quizá sea posible desarrollar medidas tecnológicas o farmacéuticas que faciliten los viajes espaciales prolongados”, indicó Walsh. “Cualquier fármaco desarrollado para los astronautas también puede ser beneficioso aquí en la Tierra, por ejemplo, permitiendo que los riñones de los pacientes con cáncer toleren dosis más altas de radioterapia, siendo los riñones uno de los factores limitantes en este sentido”.
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Este es el estudio más grande realizado sobre el efecto de los viajes al espacio en las funciones renales y el que logró demostrar que existe una remodelación estructural y funcional renal causada por la microgravedad, probablemente realizada de forma sinérgica por la radiación GCR.
