La sangre es la que transporta los nutrientes necesarios a todo el cuerpo para dar vida, pero los cirqueros están seguros que en sus venas corre el aserrín de sus escenarios. Los aplausos son su alimento y las risas la recompensa. El circo fue uno de los sectores más lastimados por la pandemia, pero ahora con su regreso, se sienten más fuertes que nunca.
Luis Gasca es parte del elenco del Famoso Circo Unión y aceptó que el cierre de circos a cusa de la contingencia fue algo muy complicado, ya que este sector fue el primero en cerrar y el último en abrir. “Tuvimos un año y medio sin trabajar, buscando la manera de salir adelante, ya que no nos dejaban laborar en ningún lado, ni con el 10 por ciento de público, entonces tuvimos que buscar otras soluciones”, compartió.
Las personas que se dedican a esta actividad tuvieron que salir a las calles a vender palomitas o suvenires, pero también los artistas comenzaron a hacer malabares en los cruceros para ganar algunos pesos. Esta temporada la consideran como una de las más difíciles en la historia del circo en México.
“Este circo se fundó en el año de 1938 por Don Jesús Fuentes y Doña María Gasca, en toda la historia de este circo nunca nos había tocado algo similar a lo que fue la pandemia, nunca habíamos cerrado tanto tiempo. Cuando fue lo de la influenza cerramos un mes, pero reabrimos, aquí fue un año y fue muy duro”, lamentó.
Por su parte, Panchui Fuentes, payaso del circo y malabarista, compartió que como fue pasando el tiempo y vieron que el confinamiento se extendía, la preocupación creció, ya que no sólo era ver por ellos, sino por sus familias, pues la mayoría tiene hijos.
Vieron que muchos de sus compañeros del gremio tuvieron que cerrar sus circos de manera definitiva y dedicarse a otro trabajo, pero “gracias a Dios” ya tienen permiso de trabajar y ahora lo que están impulsando son nuevas medidas de sanidad para la tranquilidad de los espectadores.
El primer lugar en donde les dieron permiso de reabrir fue en Ixtapaluca, en el Estado de México y fue un éxito total. Incluso consideran que después del confinamiento les ha ido mucho mejor, ya que la gente no tiene ganas de estar encerrada en sus casas, sino que buscan actividades que los hagan sentir vivos.
“Para sorpresa de nosotros ha sido un éxito, antes de la pandemia competíamos con las plataformas digitales, la gente ya no iba al circo, pero ahora el público quiere salir de sus casas, no estar encerrados. Desde que reabrimos hemos tenido mucho éxito, el público se dio cuenta que los espectáculos en vivo son magia y un momento para divertirse en familia”, expresaron.
Para ellos, es importante mantener viva la tradición del circo, pues es un trabajo de generación en generación. En su niñez, sus vacaciones eran ir al circo y aunque sus padres les dieron la oportunidad de dedicarse a otra carrera, ambos, decidieron entregar su vida al escenario.
“Es algo que nos inculcó nuestro abuelo, nuestros tíos, nuestros padres y queremos seguir con esta bella tradición, que el circo no se acabe porque es un espectáculo de las familias y las familias de México son muy grandes (…) Uno tiene aserrín en la sangre, nos entrenamos desde muy pequeños y es una magia de la que no estamos arrepentidos, el circo tiene que continuar”, concluyeron.
El Famoso Circo Unión seguirá algunos días en la capital poblana. Está ubicado en la calle 16 de Septiembre y el Periférico Ecológico.
