El dentista Scott Charmoli fue acusado por lastimar a sus pacientes a propósito para cobrarles por tratamientos extras y así generar una gran fortuna, luego de las indagaciones correspondientes, las autoridades de Estados Unidos lo encontraron culpable de haber cometido cinco fraudes de atención médica y dos por afirmaciones falsas.
En días recientes se celebró el juicio del odontólogo de 61 años, originario de Wisconsin, en donde se destacó que realizaba diagnósticos apócrifos con la intención de cobrar más, se detalló que casi 100 de sus clientes declararon en su contra, argumentando que confiaron en él porque se presentaba como un especialista real.
En uno de los testimonios se indicó que Charmoli era insistente con sus recomendaciones, que incluso sabían que sus dientes no tenían nada de malo, pero decidían someterse al tratamiento porque consideraban que su opinión tenía la validez suficiente.
¿QUÉ LE HACÍA CHARMOLI A SUS VÍCTIMAS?
En una publicación del Washington Post, se reveló que Scott les perforaba las muelas o rompía sus dientes para que necesitarán más intervenciones, de esta forma, de una consulta de rutina, lograba conseguir ingresos adicionales.
En su juicio del 2020, se mencionó que él llegó a obtener de 1.4 millones de dólares al colocar 434 coronas en 2014 a 2.5 millones de dólares en 2015 por instalar miles.
De esta manera, su fortuna creció a 6.8 millones de dólares, que dan un aproximado de 138 millones de pesos mexicanos, de acuerdo con el cambio actual.
Luego de la exposición de estas cifras, su abogada argumentó que este dinero correspondía a todos los años de trabajo de Scott, motivo por el que se declaró inocente.
Pero el procedimiento se retomó para marzo del 2022, aquí sus clientes hablaron sobre sus experiencias con él.
“Parecía excesivo, pero no sabía nada mejor. Él era el profesional, simplemente confié en él”, expresó el señor Todd Tedeschi en el estrado. Además, los fiscales comentaron que gran parte de los afectados pertenecían a una población vulnerable, ya que tenían cáncer o un bajo nivel socioeconómico.
Su caso fue descubierto cuando en el año 2019 vendió su consultorio, mientras los nuevos dueños revisaban la propiedad, encontraron los documentos que mencionaban los tratamientos de coronas que había aplicado, datos que consideraron sospechosos, así que decidieron reportarlo con las autoridades.
Por ahora su licencia fue retirada, por lo que ya no podrá seguir ejerciendo su carrera, la sentencia final será anunciada el próximo mes de junio, pero se precisó que podría pasar hasta 10 años en la cárcel por todos los cargos en su contra.