Por el mal manejo de residuos peligrosos biológico–infecciosos (RPBI) almacenados en sus instalaciones, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) impuso la clausura total temporal de un centro de acopio en el municipio de Cuautinchán, Puebla.
El organismo presentó la denuncia penal correspondiente ante la Fiscalía General de la República (FGR) por delito contra la gestión ambiental.
Informó que el centro de acopio realizaba el servicio de recolección, transporte, acopio y tratamiento de este tipo de residuos sin contar con resolutivo en materia de impacto ambiental, ni autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para prestar servicios de incineración y esterilización de estos desechos.
En un comunicado, detalló que el almacén no contaba con las medidas adecuadas para el almacenamiento, las cajas de refrigeración no funcionaban, rebasaba su capacidad de almacenamiento, encontrando residuos fuera del almacén a cielo abierto y sobre suelo natural, con presencia de derrames de líquido hemático (sangre) y otros líquidos corporales.
La Profepa mencionó que el inadecuado manejo que realiza esta empresa representa un riesgo ambiental y de salud en la población de manera directa y potencial, por lo que impuso la clausura total temporal. Como medida de urgente aplicación, deberá realizar la disposición adecuada de aproximadamente 6 mil metros cúbicos de residuos peligrosos biológico–infecciosos en empresas debidamente autorizadas por la Semarnat.
La procuraduría señaló que continuará con el procedimiento administrativo hasta observar que la empresa –de la que se reservó el nombre– implemente la medida de urgente aplicación y de cumplimiento a sus obligaciones que le establece regulación en materia de residuos peligrosos y la Norma Oficial Mexicana NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002.