Reptiles y tarántulas fueron las principales especies que se traficaron en el estado de Puebla, apenas en 2021. De acuerdo con datos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en ese periodo se recuperaron poco más de 300 ejemplares de fauna silvestre exótica que eran vendidos de forma ilegal, de los cuales al menos nueve pertenecían a especies en peligro de extinción o en categoría de amenaza.
Lo anterior lo reveló la dependencia federal a través de una solicitud de información hecha por este medio, hace poco más de un mes. En el documento se indicó que durante el año pasado, su oficina representativa en el estado de Puebla resguardó 319 animales, los cuales pertenecían mayoritariamente a especies exóticas.
Esto último quiere decir que, aunque muchos de los ejemplares recuperados son propios de la fauna mexicana, muchos de ellos pertenecen a ecosistemas distintos a los que posee Puebla, por lo que, además del comercio ilegal de especies, también se atentó contra el desbalance ecosistémico que se tiene en la entidad. Es importante destacar que ambos son delitos contenidos en el título vigésimo quinto del Código Penal Federal.
ESPECIES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN SON VÍCTIMAS DEL COMERCIO ILEGAL
Al menos nueve de los especímenes de fauna silvestre que se venden de forma ilícita en la entidad, están considerados en peligro de extinción, amenazados o se encuentran bajo protección especial, según detalla la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
Los de mayor preocupación son los ajolotes endémicos del país (Ambystoma mexicanum) y las cotorras de frente roja (Amazona finschi), pues ambos se encuentran en riesgo de extinción, sin embargo, esto no fue impedimento para que fueran comercializados ilegalmente.
Por su parte, diversos ejemplares de tarántulas de rodillas rojas (Brachypelma smithi), boas (Boa constrictor), lagartos (Abronia graminea) y tucanes de pecho azufrado (Ramphastos sulfuratus), fueron incautados por las autoridades medioambientales en Puebla, ya que todas esas especies se encuentran en categoría de amenaza.
Además, las iguanas verdes (Iguana iguana), cardenales (Cardinalis cardinalis) y los pericos de frente naranja (Aratinga canicularis), son especies sujetas a protección especial a nivel nacional. Sin embargo, forman parte del listado de ejemplares decomisados por la Profepa a traficantes en Puebla.
El resto de ejemplares que la dependencia puso en resguardo durante ese período, fueron principalmente: pitones (Real y Burmes Albino), tarántulas (Salmón Rosado de Brasil, Chilobrachys Dyscolus, Brasileña Rojo y Blanco, Rodillas Blancas, Mexicana Pierna Naranja Oscuro, Ornamental de Togo, Tigre de Venezuela), loros de frentes rojas, azulitos, picogruesos azules, pinzones mexicanos, cenzontles, tigrillos, cotorras cuchas, mirlos pardo, pericos de frente naranja y aves camperas o calandrias turpiales.
LAS RAZONES
La Profepa refirió que el tráfico de vida silvestre involucra la extracción, acopio, transporte, comercialización y posesión de especies de flora y fauna silvestre, mediante la captura, caza furtiva y colecta no autorizada de la misma.
Detalló que el principal factor que detona esta problemática en el estado, es la demanda del mercado, misma que es promovida de forma continua para diferentes usos. Regularmente sus pieles, plumas y demás elementos son apropiadas por personas que comparten ciertos valores socioculturales, no obstante, también son usados para el consumo humano en un contexto gastronómico.
Finalmente, la dependencia federal ha detectado que la venta ilegal de especies exóticas subsiste en gran medida gracias al deseo que algunas personas tienen por poseer mascotas únicas, llamativas y especiales. Esto, además de que muchos proceden a la compra de sus cadáveres con el objetivo de presentarlos como trofeos de caza, e incluso son usados como artículos ornamentales.
