El jueves 27 de octubre de 1955, este medio anunció que al otro día a las 10 de la mañana, saldría un convoy cargado de víveres, medicinas, ropa, sarapes, zapatos y mantas, de las oficinas de esta casa editorial con rumbo a Tampico. Eran dos camiones con la ayuda que, generosamente los empresarios y la sociedad poblana, donaron para los damnificados del huracán Hilda que azotó terriblemente el puerto el 19 de septiembre.
Este ha sido el fenómeno natural más grave del que se tenga memoria en la Huasteca de Tamaulipas, tanto que el puerto y Ciudad Madero, quedaron prácticamente bajo el agua al desbordarse lagunas y ríos. Puebla, al igual que otros estados de la República, se sumó a la cruzada nacional en pro de los damnificados.
Las aportaciones, tanto físicas como monetarias, fueron muy generosas y entregadas en estas instalaciones. Con lo recaudado se compraron artículos de primera necesidad para los damnificados. La compra de los mismos fue realizada en fábricas y comercios de la ciudad, para de esta manera, beneficiar a la economía poblana.
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TONELADAS DE AYUDA
Los dos camiones llevaban una carga de seis toneladas en bultos de ropa, medicinas, víveres y zapatos; también se enviaron 2 mil sarapes que se compraron en “Hilaturas y Cobertores de Puebla”, 125 piezas de manta de la “fábrica de Hilados San Joaquín”, mil 100 pares de zapatos de “Los Ángeles”, blusas de popelina, pantalones de niño y ropa diversa adquiridos en “Almacenes Populares” de la avenida 5 de mayo.
El total de las aportaciones y la mercancía comprada se envió vía terrestre hasta Tampico en dos camiones del servicio “Auto-Express Mexicano”, empresa poblana que también ajustó el precio del flete muy por debajo de su costo real.
Los comerciantes e industriales poblanos a quienes se les compró la mercancía, hicieron una considerable rebaja en los precios de la misma, no obstante que con toda oportunidad habían dado sus donativos personales para esta campaña de ayuda a las víctimas de los ciclones.
Unos días después, El Sol de Puebla, publicó las listas de las personas, empresas y organizaciones que se sumaron con su donativo a esta cruzada nacional por los damnificados del huracán Hilda que azotó terriblemente el puerto de Tampico en 1955.