¡Emprende el vuelo! y disfruta la naturaleza en Parque Loro, donde el trinar de las aves te acoge, la mirada penetrante de un primate te maravilla, la majestuosidad del felino blanco te conquista y un carnívoro félido de piel fina, te da la bienvenida.
Lo que inicio como un criadero de caballos miniatura en 1991, hoy es el hogar de un gran número de animales silvestres que son amenazados en su hábitat natural. Los podrás conocer a pie en un recorrido al aire libre con una duración aproximada de hora y cuarto, en cinco áreas: aves, granja, túnel de monos, titís y grandes mamíferos.
Aquí la prioridad eres tú y para que puedas divertirte en un lugar seguro y libre de contagios no olvides portar tu cobrebocas y, si deseas darle de comer a grandes mamíferos, recuerda llevar tu careta o adquirirla en taquilla.
Parque Loro ha implementado los protocolos de seguridad e higiene oficiales tanto para sus visitantes como para sus dieciséis colaboradores que son monitoreados constantemente para asegurar su salud y la tuya.
Para el acceso, en un primer filtro se te toma la temperatura para asegurar que el termómetro no pase de los 37 grados; si presentas algún síntoma de enfermedad no se te permitirá la entrada. En el segundo filtro, pasas por tapetes desinfectantes y te aplican gel antibacterial. A lo largo del parque hay señalamientos en los que se pide evitar el contacto con las superficies, mantener distanciamiento con otros visitantes y lavado de manos constante, entre otros.
La capacidad del parque es de mil personas con un promedio de visitas de entre 600 u 800 personas los fines de semana anteriores a la emergencia sanitaria. En su segundo fin de semana desde la reapertura, fue visitado tan solo por unas 140. Una situación preocupante que evidencia la falta de aforo.
LOS ANIMALES ESPERAN POR TI
“Para que los animales tengan enriquecimiento social necesitan tener contacto con otras especies, en este caso somos nosotros. Cuando dejamos de tener visitas si se notó la diferencia: las aves se veían apagadas porque ellas con su vocalización llaman la atención de las personas y Chak, el jaguar que tenemos a la entrada, a través de su vitrina ve a todos los visitantes llegar, juega a acecharlos y se avienta al cristal porque es un animal joven, en cuarentena se la pasaba observando, esperando a ver a qué hora iban a llegar”, expone Georgina Izquierdo, médico veterinario encargada de la colección de parque y del departamento de bienestar animal.
El parque recibe su nombre por la gran cantidad de psitácidos que alberga entre loros, pericos y guacamayas, cuenta con alrededor de 170 aves de 19 especies de las cuales unas son nacionales y otras son exóticas.
Zoo Parque Loro alberga la colección más grande de titís y marmosetas de América Latina. Primates con apenas 400 gramos de peso, que no son comunes de ver en los zoológicos.
Conoce a una hermosa puerco espín de nombre Tamborina, a Toruk y Aina, dos monos capuchinos de mirada desafiante que son vecinos de los amigables osos pardos Koda y Kenay, o alimenta a los tigres de bengala albinos, Citlali y Shaman.
ENRIQUECIMIENTO ENTRE ESPECIES
Entre los más de 300 animales de 58 especies diferentes hay frugívoros, omnívoros y los carnívoros, que llegan a comer hasta 8 kilos diarios de carne. Estos últimos comen más en cantidad pero un primate come más en variedad.
Si participas en la alimentación de grandes felinos y osos, conocerás sobre la biología de la especie e incluso, sobre el individuo: edad, hábitos y actividades que se realizan con ellos en el entrenamiento.
“Todas las especies del parque están en un programa de entrenamiento en el que participan voluntariamente para que se revise su estado de salud y otro de enriquecimiento para que, a través de retos y actividades benéficas para ellos, las diferentes especies conserven sus instintos y conductos propias. Para ello necesitamos voluntarios”, advierte Izquierdo.
El entrenamiento es un tipo de enriquecimiento social para los animales al mantenerse en contacto con otra especie (nosotros) y un enriquecimiento cognitivo porque les estás pidiendo algo que tienen que resolver en su cabeza para obtener un beneficio (alimento), así evitar aburrimiento o estrés.
Los voluntarios se reparten en las diferentes áreas del parque (aves, mamíferos, primates), para hacer actividades comportamentales con ellos. Si tienen la formación previa solicitada, pueden llenar formatos conductuales (etograma) para un registro del comportamiento que ayuda a saber si es necesario reestructurar su programa de enriquecimiento, su entrenamiento, si presenta problemas de comportamiento o si tiene o no conductas propias de su especie, entre otras.
Si estudias medicina veterinaria, administración de fauna silvestre, biología o licenciaturas afines ¡apúntate como voluntario! puedes hacer tus prácticas o internados aquí. Si no eres estudiante de estas carreras pero te encantan los animales, dispones de tiempo y eres mayor de edad, pide una oportunidad. Para ser voluntario tienes que cumplir ciertos requisitos. Pide informes en practicas@parqueloro.mx
Parque Loro es un espacio dedicado a la conservación integral de la biodiversidad de México y el mundo que, a través del cuidado y la protección de la fauna silvestre y del medio ambiente, genera consciencia en sus visitantes.
“Mediante distintas actividades, en el parque buscamos hacer consciencia en nuestro visitantes de la importancia de la conservación de las especies que habitan nuestro planeta y del valor de los animales en nuestro ecosistema”, concluye.