Los socavones son hundimientos que se hacen en el suelo, sus dimensiones son multifactoriales, al igual que sus ya que su formación depende de varias condiciones, pueden aparecer en cualquier lugar, no importa si es un lugar habitado por seres humanos o no, sus apariciones se han registrado en medio de grandes comunidades.
Este fenómeno se ha repetido constantemente en Siberia, que es una región de Rusia ubicada al norte del país, siendo una de las zonas más heladas. Los expertos comentaron que desde hace varios años grandes oquedades han aparecido, se cree que una de ellas supera los 50 metros de profundidad. Esto ha hecho que las autoridades entren en alerta.
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Su llegada ha desatado diferentes teorías dentro de los especialistas, algunos señalan que esto pudo ser resultado del cambio climático, ya que la alteración de este ecosistema por parte del hombre, ha ocasionado que no funcione cómo lo hacía antes. Por eso creen que es necesario indagar más, y de esta forma saber qué se puede hacer.
LOS SOCAVONES DE SIBERIA
Desde el 2013 hasta el 2020 se han detectado 17 socavones en Yamalo-Nenetsky, el más reciente tiene una profundidad estimada de 50 metros, su aparición hizo que un cuerpo de investigadores acudiera al lugar de los hechos para hacer las primeras pruebas, tras obtener los resultados preliminares todos quedaron sorprendidos.
"Lo que vimos hoy es sorprendente por su tamaño y grandeza. Son las fuerzas colosales de la naturaleza las que crean tales objetos", aseguró al periódico Siberian Times Evgeny Chuvilin, investigador principal del Instituto de Ciencia y Tecnología de Skolkovo que participó en la expedición científica.
De acuerdo con el Instituto de Ciencia y Tecnología de Skolkovo, las principales teorías sobre su formación apuntan a que todo ocurrió porque en el suelo hay una capa que se llama permafrost, se caracteriza por estar permanente congelada, pero no está cubierta por nieve; esta zona comenzó a llenarse de cavidades que transportaban gas metano.
“En un sentido literal, es un espacio vacío lleno de gas a alta presión y se forma cuando la capa de hielo de la cobertura se distiende", comentó el geólogo Vasily Bogoyavlensky, del Instituto Ruso de Investigación de Petróleo y Gas en Moscú a la televisora Vesti Yamal.
En cuanto se derritió el hielo que estaba en la superficie, estas cavidades quedaron expuestas, por lo que se generaron explosiones que liberaron el gas desde las profundidades, es así que se abrieron estos grandes agujeros.
“Todavía no sabemos si esto es algo que podría ser un riesgo para las personas en el Ártico, una vez que encontramos algo que parece un cráter, usamos series temporales de imágenes de muy alta resolución para tratar de determinar cuándo se formaron”, explicó Sue Natali, ecóloga del Ártico que estudia el permafrost y directora del programa del Ártico en el Centro de Investigación Climática Woodwell en Woods Hole, Massachusetts.
SUS POSIBLES ORÍGENES
La principal postura sobre su formación, dicta que todo nació gracias al cambio climático; en la década de los 60’s, quitaron muchos árboles de la zona, por lo que el suelo quedó expuesto a los rayos directos del sol, esta situación empeoró durante el verano, haciendo que el calentamiento de la tierra se acelerara.
Así lo detalló Julian Murton, profesor de Ciencia del Permafrost en la Universidad de Sussex en Inglaterra, quien añadió que: “Esta combinación de menos sombra y transpiración llevó a un calentamiento de la superficie", aun así, los especialistas mencionaron que es necesario seguir analizando su surgimiento por las posibles consecuencias que traerían.
“Cuando miras los cambios que están ocurriendo en este panorama, algunos ocurren gradualmente y otros abruptamente. Muy pocos están ocurriendo de manera explosiva, pero llama la atención sobre cómo todos estos cambios contribuyen a los gases de efecto invernadero en la atmósfera”, concluyó Natali.