En México y el mundo Puebla se ha destacado en innumerables veces y disciplinas, desde el arte y los oficios hasta las aguerridas batallas como la del 5 de mayo, sin embargo hay un obscuro pasado de la entidad si de la Independencia de nuestro país se trata.
Y es que seguro te has preguntado la razón de que Puebla no ocupe un prominente lugar en los libros de historia respecto a este pasaje, contrario a lo que sucede con la intervención francesa, la respuesta es muy sencilla, en realidad los poblanos estaban en contra del movimiento insurgente, incluso aquí se organizaron rezos para pedir por las almas de aquellos que se levantaron contra la corona, cuenta el historiador Eduardo Merlo a El Sol de Puebla.
“El obispo hizo rogativas en todas las iglesias para que rezaron porque cómo un sacerdote se levantaba contra la autoridad del rey, eso jamás se había visto, entonces para que la gente se previniera de lo que estaba pasando, se iba a acabar el mundo, decían, entonces en las iglesias hubo rogativas para que Dios perdonara a estos rebeldes que atentaban contra la autoridad del rey”.
Y si el episodio no fuera lo bastante vergonzoso, históricamente hablando, este otro dato es la cereza del pastel y es que el famoso Fuerte de Loreto y Guadalupe que los poblanos presumen incluso a nivel mundial, en realidad fue construido para combatir a las fuerzas liberales de la Independencia.
“Entonces el Ayuntamiento pidió una cooperación, de los vecinos ricos y construyeron el fuerte de Loreto, por si los rebeldes alguna vez se acercaban a Puebla, era una manera de defender a la ciudad, esa es la idea del Fuerte de Loreto”.
HIDALGO ROBA A PUEBLA SU MÁS PRECIADO SECRETO
Por cierto que la relación de Hidalgo y Puebla se remonta un poco más atrás y es que el cura logró robar a los poblanos uno de sus secretos más preciados: el arte de la talavera.
Y aunque no fue tarea fácil al final aplicó a los angelopolitanos el famoso dicho de “platica poblano mientras yo te gano”.
“Don Miguel Hidalgo mando a su gente y dijo: no los van a aceptar así de entrada los alfareros, vayan háganse los chistosos, los amigos y métanse de sirvientes de criados, barran, hagan lo que no quieran hacer otros y se van fijando como se hace, el secreto; y vinieron y lo aprendieron y ya que lo aprendieron se fueron y los alfareros ni cuenta se dieron”
Así los enviados del curan regresaron a Dolores e instalaron talleres de talavera, aunque sólo le llamaron losa, un arte que hoy en día perdura en aquella demarcación.