Dentro de las preguntas que muchos se hacen antes de realizarse su primer tatuaje es cuánto duelen. Para muchos el dolor e incluso el miedo a las agujas son de las principales razones para no hacerse un tatuaje como evitar en lo posible tener uno.
Aunque el dolor depende más de las zonas del cuerpo en donde se realice, existen algunos estilos que también pueden provocar grandes incomodidades. Si tu deseo es tener un tatuaje que sea algo más que un símbolo o un dibujo delineado, tienes que saber lo dolorosos que pueden ser.
ESTILOS DE TATUAJES Y EL DOLOR QUE PROVOCAN
- TATUAJES A COLOR
Dentro de las personas que cuentan con varios tatuajes como los tatuadores, consideran a los que cuentan con color como los más dolorosos. Lo que los lleva a esta consideración es el tiempo que suelen tardar en realizarse, lo que implica una mayor cantidad de piquetes con las máquinas y, si es un dibujo grande, podrían implicar más de una sesión.
A diferencia de la tinta negra, los colores pueden tardar más en pigmentar la piel o en que el tono logre ser lo que se busca. Esto lleva a que el tatuador tenga que reforzar la zona y pasar la aguja por el mismo trazado, lo que afecta la piel al aumentar su sensibilidad por lo profundo que puede llegar la aguja y con ello el dolor.
Un caso común es que el cuerpo no tolere cierto tipo de tintas, por lo que no terminan por adherirse. Lo que puede provocar es que el tatuador tenga que realizar mayor cantidad de capas y con ello el dolor será mayor.
Lo que muchos desconocen es que no se utiliza el mismo tamaño de instrumentos para la aplicación de la tinta negra con los delineados como para agregar el color. Las agujas suelen ser más grandes cuando se trata de color, por lo que la sensación cambia, incluso para quienes ya tenían algún tatuaje.
- TATUAJES CON SOMBRAS
Al igual que con los tatuajes de color, aquellos que son sombreados o requieren de sombras son más dolorosos por la cantidad de agujas que requieren. Estos diseños implican el trazado del diseño y para lograr la profundidad deseada el remarcar muchas veces la zona para lograr el efecto.
Debido a que es una zona comprometida por el dolor, la cantidad de veces que termina por pasar la máquina puede resultar doloroso. Cuando se trata de generar líneas finas solo se necesitará de una aguja, pero en este caso el efecto requiere de un mayor trabajo.
Este tipo de trabajos son algunos de los que requieren una mayor cantidad de horas o incluso de nuevas sesiones completas para poder completarse.
- TATUAJES CON TINTA BLANCA O MUCHOS DETALLES
Uno de los mitos más comunes dentro de los tatuajes es que la tinta blanca es más dolorosa que la negra. Esto se debe a que es un tono poco utilizado y que usualmente se usa en las últimas sesiones del tatuaje para terminar por definirlo.
De ahí puede entenderse que se le conozca como uno muy doloroso, al ser aplicado al final, puede que la sensación de dolor sea mucho mayor que al principio. Otros factores como el mismo cansancio por el tiempo de la sesión pueden apoyar a este tipo de incomodidades.
En la actualidad existen otras técnicas en los tatuajes que pueden resultar dolorosas para algunos como la colocación de brillos o la implementación de nuevos pigmentos para generar relieves más realistas. Al ser recientes, las sensaciones en algunos no son diferentes a las del tratamiento de color, pero el experimentar puede resultar complicado.
¿DE QUÉ DEPENDEN LAS MOLESTIAS?
Dentro de los tatuajes, la zona del cuerpo donde se realice es la que determina principalmente el que tan doloroso será. Pero, existen otros factores que también pueden estar involucrados y que pueden variar de persona a persona.
Esto va dirigido a la tolerancia del dolor, cada persona cuenta con su propio umbral, de forma que lo que puede ser bastante sencillo para algunos es más que doloroso para otros. Algunos factores que influyen en estos casos son la experiencia, el estado de salud, la alimentación y qué tanto descansas. La hidratación es muy importante, debido a que el consumo de agua ayuda a mantener la piel flexible.
Algunas investigaciones sugieren que las mujeres tienen una mayor aceptación al dolor al ser quienes más lo experimentan por sus procesos fisiológicos durante su vida. La edad puede ser un factor, debido a que la piel al tener mayor edad puede ser más propensa al dolor y a sufrir moretones, aunque no está comprobado.
Del lado del tatuaje, el tamaño puede significar mayor dolor al implicar un trabajo más extenso. La aplicación puede influir en la experiencia, ya que es menos dolorosa cuando se realiza por sectores que por tonos.
El estímulo en la piel cuando está dañada es más intenso cuando el cuerpo se enfría que al darse la aplicación. Cuando es por sectores es como si se realizara una impresión y ayuda a dosificar las sensaciones.
¿CÓMO REDUCIR EL DOLOR AL TATUARSE?
Cuando se realiza un tatuaje lo mejor es estar en comunicación con el tatuador y no temer a decir que se experimenta dolor, ya que esto ayuda a mejorar la aplicación y evitar que sea una experiencia desagradable. Por ello, puedes pedirle que tome descansos o te de consejos para controlar las emociones.
También, se deben seguir todas las recomendaciones para el cuidado del tatuaje tras la realización, desde el cómo lavarlo, que tipo de ropa usar, cómo humectarlo y más para evitar infecciones o alguna complicación.
Si sientes que puedes tener problemas con el dolor a causa de un tatuaje, lo mejor siempre es experimentar, por lo que puedes comenzar con un pequeño símbolo o delineado y medir tu reacción y el dolor que puedes experimentar.
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