Nadie te enseña a ser papá y la crianza es tan completa que no existe un manual con instrucciones para educar, sin embargo, no hay nada mejor que invitar a los niños a realizar tareas en casa, pues de acuerdo a un estudio realizado en la Universidad de Stanford, esta es la clave para convertirlos en adultos exitosos.
Y es que, de acuerdo al estudio, en el cual se basa el libro “Cómo criar un adulto” de Juie Lythcott-Haims, exdecana de la Universidad de Stanford, esta práctica aparte de aportar valores educativos al repartir las tareas entre todos los miembros de la familia, también contribuye a reducir la brecha de género desde una edad temprana.
Por su parte, la doctora del Centro de Salud de Squirrel Hill en Pensylvania (Estados Unidos), Deborah Gilboa, señala que, como padres, todo este tiempo nos hemos enfocado a mandar a los hijos a hacer las tareas de la escuela, logrando que se despreocupen por las de la casa.
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Otro estudio de la compañía Braun Research respaldó las palabras de la especialista e indicó que el 82 por ciento de los padres encuestados se encargaba de las labores de la limpieza de los menores y solo el 18 por ciento les imponía una tarea.
En este sentido, la psicóloga infantil y fundadora del sitio web psicoayudainfantil.com Laura Aguilera, comentó que cuando los hijos colaboran con las tareas del hogar y ayudan a sus padres, se ven como uno más dentro del seno familiar, realizando sus respectivas tareas, obligaciones y responsabilidades como los de los demás miembros de la familia, esto ayudará a su autoestima y confianza.
¿EXISTE EDAD PARA EMPEZAR CON LOS QUEHACERES DE LA CASA?
Para que tus hijos no lleguen a “odiar” participen en las labores del hogar, es necesario desarrollar su responsabilidad en los roles de la familia desde antes de que entren a la primaria.
La doctora Deborah proporcionó al programa Today, una guía para que los padres pudieran aprender de qué manera los niños pueden interesarse en los quehaceres del hogar, y de acuerdo a su teoría, el secreto está en introducirlos desde el año y medio hasta los tres, en labores que no representen gran esfuerzo.
De acuerdo a la experta, los niños a esa edad quieren ser “niños grandes”, por lo que es el momento ideal para incluirlos en las labores domésticas, siempre y cuando sean sencillas como: sostener el recogedor mientras tú barres.
Cuando el niño llega a la edad entre los 4 y 5 años, las tareas a encomendar ya pueden ser algunas que impliquen organización o clasificación de objetos; aquí la doctora señaló que, el dejarlos recoger sus juguetes, es una buena idea para que ellos los acomoden en el sentido que mejor lo consideren.
A partir de los 6 y hasta los 8 años, el menor ya es capaz de hacer actividades más complejas y pueden empezar dándole una responsabilidad que realice a la semana, sin embargo, la especialista aconsejó que lo recomendable es una tarea diaria para construir el hábito: lavar los trastes o cuidar las mascotas, pueden ser un buen ejemplo.
Cuando el infante llega a la edad entre los 9 y los 11 años, ya puede realizar trabajos que necesiten varios pasos, por ejemplo: lavar la ropa; a partir de los 12, el pre adolescente comenzará a relacionarse con tareas que impliquen una responsabilidad mayor para su familia como, lavar el auto o hacer las compras, pueden ser las recomendadas.
Según Gilboa el mayor trabajo se le dará al adolescente cuando cumpla 18, momento en que deben aprender a manejar o hacer otras actividades que tengan mayor responsabilidad.
Es importante que los papás recuerden que, los hijos que participen en las labores domésticas no están ayudando, sino que están participando, además de que la educación de la escuela es clave, pero todo parte desde casa.
