Un gran reto significó para todas las sociedades la pandemia causada por el coronavirus y aunque las cosas comienzan a relajarse por la vacunación, sus consecuencias en la salud mental se siguen manifestando. Pero, este cambio tan abrupto de realidad no solo afectó a las personas, también a las mascotas y en especial a los gatos.
Al principio los gatos causaron gran preocupación debido a que eran una de las especies que podían infectarse de la covid-19. Aunque se puede prevenir su contagio, la pandemia también trajo retos para ellos por la cantidad de estrés que acumulan. Al ser una especie menos interesada en la convivencia humana, como los perros, comienzan a presentar problemas.
LOS PROBLEMAS DE AFECTAR SU INDEPENDENCIA
Aunque los gatos son capaces de crear relaciones afectivas con los humanos, ellos no nacen con un deseo natural de tenerlas. La compañía de un humano es necesaria para ellos en sus primeras etapas de crecimiento, pero al llegar ser jóvenes ya buscan ser totalmente suficientes.
Con la llegada de la pandemia, los dueños estuvieron más tiempo en casa, por lo que los gatos pudieron experimentar una menor libertad. De acuerdo con un nuevo estudio, se estima que el tiempo extra que pasaron con los humanos en los encierros los ha hecho más endebles a desarrollar problemas relacionados con el estrés.
De acuerdo con el estudio publicado por The Times, en los últimos 18 meses los gatos machos presentaron un aumento de vejigas bloqueadas. Además, suelen desarrollar mayor estés al exponerse a rutinas como a manipulaciones impredecibles.
Son una especie que valora mucho su autonomía, por lo que buscan evitar cosas que les resulten desagradables. De igual forma, son animales de rutina, por lo que cualquier cambio podría traer consecuencias en sus hábitos, así como en su salud.
A diferencia de los humanos, los gatos no necesitan necesariamente del tacto para fortalecer sus relaciones sociales. Es por ello que cuando enferman o enfrentan mucho estrés prefieren esconderse y estar solos. Esto no significa que no debas acariciarlos o tratarlos, ya que esto ayuda a mejorar sus niveles de afecto como reducir su agresividad.
¿CÓMO REDUCIR SU ESTRÉS?
Si mantienes el encierro o te preocupa mucho la salud de tu gato, existen cosas que puedes hacer para mejorar sus niveles de estrés. Lo primero que puedes hacer es proporcionarle una rutina, mantener sus comidas en el mismo lugar, así como sus horarios de juego y de interacción en la medida de lo posible.
Busca un espacio para ellos, un área segura en la que no sean molestados demasiado. En caso de que tu casa no sea lo suficientemente grande, se recomienda el crearles escondites o respetar los que hagan al ser animales que buscan sus propios espacios.
Debes mantenerlo saludable, ayudarlo con las correctas dosis de comida como de ejercicio para que no sufra de otros problemas de salud. De igual forma, jugar con él cuando te busque y proporcionarle algún juguete o planta aptas para gatos, zonas en las que pueda estimularse físicamente sin tanta presión. En caso de que comiences a mostrar una actitud rara en el gato o creas que tiene un problema de salud, no debes de dudar en consultar al veterinario o un especialista en felinos.
LOS GATOS Y SUS EMOCIONES
Pese a ser una especie solitaria, como mascotas han desarrollado formas de comunicarse y de percibir lo que sienten sus dueños. Son capaces de ser sociables como de captar mucho más las emociones de quiénes los rodean.
De igual forma, pueden verse más afectados por las emociones de quienes los rodean, si tienen dueños ansiosos o con tendencias de depresión, esto podría afectarlos en su estrés. Suelen reconocer también sus propios nombres y a ser sensibles con las emociones de sus dueños.
Incluso, se dice que han perfeccionado diferentes formas de comunicarse y de tipos de voz para poder expresarse. Aunque no necesariamente logremos entenderlas, pueden encontrar formas de manipular a sus dueños, ya sea con sus ronroneos o con su llanto. Los gatos son una especie muy emocional y a la que debemos de cuidar durante la pandemia.