Una semana después de su muerte, se logró el certificado del récord Guinness como la vaca más pequeña del mundo para Rani, una famosa vaca enana originaria de Bangladés.
El reconocimiento se dio a días de su muerte con tan sólo dos años de edad y le fue otorgado tras vencer a Manikyam, quien vivía en India y ostentaba este título con sólo 61 centímetros de altura.
Por su parte Rani obtuvo esta denominación pues medía 51 centímetros de altura, 66 de largo y pesaba sólo 26 kilogramos; era de raza Bhutti, cuya carne es muy apreciada en su lugar de origen.
El furor que causó este pequeño cuadrúpedo se dio en julio luego de que sus fotografías fueran publicadas por diversos medios de comunicación y usuarios de las redes sociales.
Incluso las restricciones por la pandemia de Covid-19 en el país sudasiático no fueron impedimento para que miles de bangladesíes viajaran a las afueras de Daca para ser testigos de esta vaca que es ligeramente más alta que un gallo.
Pero Rani no logró ver el triunfo de su característica física, pues murió repentinamente el 19 de agosto debido a trastornos estomacales, mismos que incluso estuvieron a punto de poner en peligro su entrada a las páginas del libro del récord Guinness.
De acuerdo con el propietario del animal, a través de varios videos solicitaron al Guinness World Records la certificación de la vaca, incluso hasta los recientes días tuvieron que enviar el informe de la necropsia para que pudieran verificar que la muerte no tuvo nada anormal.
El motivo de la solicitud de esta última información fue que la certificadora quería corroborar que no hubiera sido creada la vaca mediante un proceso de laboratorio e incluso que no hubiera sido inyectada con hormonas para evitar su crecimiento.
Finalmente los dueños de Rani presentaron todos los detalles solicitados sobre ella para certificar que se trata de la vaquita más pequeña del mundo, por lo que se dijeron contentos de haber recibido el certificado, pero tristes por la muerte del animal.