Las enfermedades de la sangre deben atenderse ante la presencia del primer síntoma como son fiebre, pérdida de peso, sudoraciones, fallas en la coagulación, sangrados, moretones repentinos o anemia sin causa aparente, ya que de no atenderse a tiempo el paciente puede desarrollar cuadros clínicos de gravedad.
Wilfrido Herrera Olivares, hematólogo del Hospital Angelopolitano, indicó que las enfermedades de la sangre deben atenderse desde los primeros síntomas, ya que de esta manera se pueden prevenir, diagnosticar y atender padecimientos que van desde una leve anemia hasta leucemias.
"Es importante visitar a un hematólogo cuándo haya un paciente que tenga una anemia que no se sepa la causa o que no responda al tratamiento de una forma adecuada cuando exista la sospecha de algún cáncer en la sangre o leucemias, linfomas o pacientes que tengan un sangrado o coágulos de forma inexplicable", indicó.
El especialista explicó que leucemia es una de las enfermedades más frecuentes en las personas y que sin importar edad o sexo afecta de manera sistémica el organismo. Agregó que la leucemia se divide en dos grupos: aguda y crónica, cuyo diagnóstico solo lo puede realizar un hematólogo para su posterior intervención.
Cabe señalar que de acuerdo a los datos más recientes que compartió la Secretaría de Salud del estado, de enero a agosto se registraron 139 defunciones por leucemia en la entidad poblana.
Herrera Olivares aseguró que aunque la pandemia ha cambiado la estrategia con la que actúa la hematología, la medicina cuenta con diferentes alternativas para otorgar un tratamiento certero.
"Hay avances espectaculares. Hace 50 años la mortalidad por leucemia era de más del 90 por ciento y actualmente las expectativas han mejorado muchísimo. Las quimioterapias cada vez son más dirigidas y hay avances como terapias 'blanco' que atacan específicamente a las células malignas. Ha habido avance en el trasplante de células madre y con las CARPI cell mucho más sofisticadas", señaló.
Finalmente, aseguró que la atención temprana de estas enfermedades permite que el paciente tenga una evolución favorable a diferencia de aquellos pacientes que acuden en etapas tardías.