Bebidas energizantes pueden provocar la muerte: especialista

Estos son los síntomas que puede ocasionar el consumo constante de este tipo de productos

Belén Cancino

  · jueves 25 de abril de 2019

Al menos 20 pacientes han sido atendidos en 2018 y 2019 por afecciones cardíacas provocadas por la toma de las populares bebidas energizantes, alertó la jefa de cardioneumología del Hospital IMSS San José, Beatriz Villegas González.

A propósito del auge que han tomado las bebidas energizantes en los años recientes e incluso su consumo en combinación con alcohol, la especialista alertó de que las variadas y altas concentraciones de sustancias como cafeína, taurina y ginko biloba, entre otras, que contienen, pueden producir problemas al sistema nervioso central y al corazón.

Entre las afecciones que pueden producir una sola toma de estos productos citó la ansiedad, migraña, mareos, taquicardia, aumento de la presión arterial, arritmia, un estado de euforia que ocasiona otras situaciones como accidentes de tránsito, además de otras tan complejas como la alteración de funciones del corazón y hasta la muerte súbita.

De hecho, reveló que el año pasado, al Hospital San José del IMSS se atendieron a 15 pacientes con algunos de estos síntomas, mientras que en lo que va del presente año se tuvieron que practicar cateterismo cardiaco a cinco más para salvarles la vida.

Con base en esta experiencia, Villegas González calculó que son jóvenes de entre 15 y 30 años de edad quienes más consumen este tipo de bebidas energizantes, aunque alertó que por el momento es imposible tener más detalles al respecto, pues su venta no está regulada, la consumen incluso menores de edad y pocos de ellos saben de los riesgos de beberlas.

Agregó que los efectos de estas bebidas dependen de la naturaleza de cada persona, por lo que son impredecibles, y advirtió que se multiplican si se combinan con alcohol o algunos padecimientos cardiacos que comúnmente son ignorados por la gente.

“Para las personas con estrés alto, personalidad tendiente a la angustia, a la preocupación, en lugar de favorecer a la paz y la tranquilidad, puede ser contraproducente”, concluyó.