El cuerpo humano es una de las máquinas más sorprendentes del mundo y una de sus partes más importantes es el esqueleto, pues es el que sostiene toda la estructura humana y la ayudan a movilizarse.
Según ha explicado el reumatólogo Chad Deal, director del Centro de Osteoporosis y Enfermedad Metabólica Ósea, tenemos huesos nuevos cada 10 años, pues se encuentran conformados de fibras flexibles, mismas que se endurecen con el calcio y el fósforo, a fin de que resistan el estrés de actividades como caminar, correr y saltar.
Es mediante una función del propio organismo que este tejido se renueva de manera constante, siendo durante la infancia y la adolescencia que se registra la mayor acumulación de hueso, que incluso supera a la extracción o pérdida del mismo.
Por otra parte, a los 20 años los minerales en los huesos alcanzan su punto máximo, por lo que su masa ósea comienza a estabilizarse, además de que la pérdida ósea comienza a superar la acumulación.
Ya para el momento en que el organismo comienza a envejecer, la pérdida ósea se incrementa, principalmente en las mujeres entre los 55 y 65 años a causa de la menopausia, pues es en este momento que bajan los niveles de estrógeno, en contraste, para los hombres esta pérdida se hace más gradual debido a que testosterona disminuye más lentamente.
Posteriormente, para ambos géneros a partir de los 65 años la tasa de pérdida ósea se equipara y continúa su disminución gradual, efecto al que le sigue el adelgazamiento de los huesos, pues su densidad cae por debajo de lo normal e incluso se comienza a padecer osteopenia, el cual puede ocasionarle fracturas a quienes la padecen.
Cuando este adelgazamiento de las estructuras se vuelve más severo, es cuando se diagnostica la osteoporosis, que puede generar dolor de espalda, una postura encorvada y fracturas.
Finalmente, la mejor manera de proteger los huesos es a lo largo de la vida consumir alimentos ricos en calcio y vitamina D, hacer ejercicio con pesas, evitar fumar, realizarse pruebas DEXA (DXA) en mujeres desde los 65 años y en hombres a partir de los 70, consumir los medicamentos cuando lo recomiende el médico y ponerle atención a otros problemas de salud.