En los últimos tiempos, se ha llevado a cabo un debate en la sociedad sobre la funcionalidad de los cigarros electrónicos para combatir la adicción al tabaco, pero diversos organismos médicos han señalado que este artefacto puede ser igual o incluso más nocivo que los cigarros tradicionales e incluso pueden traer una adicción, pues al final siguen existiendo productos con nicotina.
Y es que además de la promesa de terminar con la adicción, estos productos han ofrecido a través de campañas de marketing, el proveer a sus consumidores de glamur, moda y libertad, pues su venta es en lugares y plataformas exclusivas, además de que aprovechan los vacíos legales en las leyes sobre la comercialización de estos productos.
¿CÓMO FUNCIONAN LOS CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS?
Estos dispositivos generan un aerosol a partir de un aceite que puede o no contener nicotina y que suelen estar preparados a base de diversos sabores, además de diversos productos químicos que son potencialmente tóxicos, aunque en concentraciones más bajas que en el tabaco, pero superiores en cuanto a la contaminación del aire.
Aunque los primeros modelos eran ineficaces en la liberación de nicotina, debido a que las partículas eran demasiado grandes, las versiones posteriores solucionaron este conflicto, además de mejorar la duración y calidad de las baterías e incluso aumentando la potencia de funcionamiento del producto, lo cual facilita la generación de dependencia en el usuario.
Dentro de los componentes que contiene el aerosol de un cigarro electrónico se encuentran la Nicotina en concentraciones que suelen estar entre 6 y 22 mg por cartucho, Formaldehído y otros aldehídos que se producen al calentar propilenglicol o glicerina vegetal, así como otras toxinas y sustancias saborizantes que sufren una degradación térmica al crear el vapor.
En cuanto a los efectos que el consumo de estas sustancias pueden provocar en la salud, los principales problemas son relacionados con neumonitis y se han presentado mayormente en jóvenes, que después de estar sanos comenzaron a presentar problemas para respirar, vómitos, fiebre y fatiga e incluso algunos comenzaron a necesitar respiración asistida.
CIGARROS ELECTRÓNICOS, ¿UN SUSTITUTO INFENSIVO PARA EL TABACO?
De acuerdo a recientes estudios, el uso de cigarros electrónicos puede aumentar los riesgos en los fumadores, debido a que en lugar de sustituir el tabaco por el vapeo, combinan el uso de ambos productos, pues mientras el cigarrillo es utilizado de manera habitual, el dispositivo es usado en sitios donde se encuentra prohibido fumar.
Por consiguiente, ahora su organismo no sólo está expuesto a la nicotina, sino también a otras sustancias químicas, lo que dificulta el deseo de dejar de fumar y por el contrario incrementa el deseo de hacerlo, incluso estos productos son considerados como una adaptación de la industria del tabaco ante la regulación de espacios libres de humo.
Así mismo, la FDA indicó que el cigarrillo electrónico no ayuda a dejar de fumar y sólo vuelve a propiciar el uso de nicotina en entornos donde ya había desaparecido, dando a los consumidores una puerta de entrada al tabaquismo, misma que está acaparando de forma masiva al consumo de nicotina entre los menores de edad.