Con el paso del tiempo la ciencia ha avanzado en cuanto al estudio de los efectos que la Covid-19 tiene en el cuerpo, pues con la aparición de nuevas variantes, estos han ido cambiando y ahora se dio a conocer la razón de que exista dolor muscular.
Aunque el mundo se encontraba acostumbrado a los síntomas de la gripe, entre los que se encontraban escalofríos, sudor frío, dolor de cabeza, tos, dolor de garganta, nariz congestionada, debilidad, así como dolor muscular y de articulaciones, los cuales son similares a los de la variante Ómicron, la diferencia es que estos suelen ser más benignos que los del SARS-CoV-2.
Y es que la respuesta se encuentra en la reacción inmune del organismo humano a las infecciones víricas respiratorias, pues no aunque no lo creas los síntomas no son provocados de manera directa por la acción del virus, sino por el actuar del cuerpo para eliminarlo.
Todos estos síntomas surgen, sin importar de si se trata de una enfermedad vírica o bacteriana, de uno principal que es una inflamación en la zona infectada, el cual va acompañado de debilidad, dolor muscular y dolor articular.
En lo que respecta a la inflamación muscular y la debilidad se le da el nombre de miositis, por otra parte el dolor de músculos con el de articulaciones se llama mialgia.
¿CÓMO FUNCIONA LA RESPUESTA INMUNE DEL CUERPO?
La respuesta del cuerpo cuando un patógeno desconocido ingresa al organismo consiste en que las diferentes células liberen una serie de proteínas conocidas como citoquinas pertenecientes a diferentes familias, cuya tarea es regular las actividades de las células del sistema inmunitario.
Unas de estas proteínas tienen la encomienda de señalizar el lugar en el que se encuentra la infección, otras más regulan la respuesta que se debe producir ante este “enemigo”, algunas controlan la intensidad de la respuesta inmunitaria y otras se encargan de regular la reparación de daños en órganos y tejidos.
Cabe señalar que las citoquinas integran un complejo sistema de señalización que es necesario para el funcionamiento del sistema inmune, el cual necesita una regulación en el control de la respuesta en su funcionamiento.
Una de las maneras de actuar de estas células es mediante la inflamación no sólo en el lugar en el que se encuentra atacando la infección sino también en otros órganos cercanos como los músculos y las articulaciones.
Son la interleuquina 1-beta (IL-1b) y las interleuquinas 6 (IL-6) y 17 (IL-17), junto con el factor de necrosis tumoral-alfa (TNF-a), que se genera el dolor muscular, por lo que comúnmente los altos niveles de IL-6 en el músculo han sido asociados con este malestar.
Finalmente debido a la respuesta al virus, también existe una rotura de las fibras musculares o rabdomiolisis, lo que hace que esta pérdida de músculo genere dolores de mayor intensidad, pues como respuesta el músculo produce niveles elevados de prostaglandina E₂ (PGE₂).