El consumo de alcohol adulterado agudiza los daños a la salud al atacar, principalmente, el hígado y páncreas, además de causar severas consecuencias al nervio óptico, de tal manera que el consumo de este puede desencadenar en ceguera, ya sea temporal o de difícil tratamiento.
Lo anterior lo dio a conocer el doctor José Castell Martínez, médico Epidemiológico del Hospital de Traumatología y Ortopedia quien advirtió que el consumo de alcohol -sea o no adulterado- debe ser controlado y limitado.
Explicó que al ingerir alcohol un 30 por ciento lo absorbe el estómago y el 70 por ciento restante el intestino, por lo que en un lapso promedio de 10 minutos surgen los síntomas sobre la intoxicación.
Señaló que los efectos del alcohol también recaen en las neuronas cerebrales y en el sistema límbico, que es donde se producen las principales afectaciones como descontrol en miedo y ansiedad, de tal forma que a la par se tienen manifestaciones clínicas de desinhibición, alteraciones en el lenguaje (arrastrar las palabras) y marcha tórpida o lateralizante.