/ miércoles 17 de noviembre de 2021

¡Cuidado! Si tu hijo adolescente se aísla, podría tener un trastorno de personalidad

Es muy importante estar atentos ante la conducta de los jóvenes y llevarlos al médico o psicólogo ante este y otros síntomas

La adolescencia es una etapa tan importante para la formación de la personalidad de los jóvenes que los padres necesitan poner mucha atención en sus hijos, de manera que puedan estar ahí presentes para apoyarlos cuando lo requieran.

De acuerdo con lo que menciona Coral Andrade Ramos, orientadora educativa en la UPAEP, en un artículo que publicamos en este espacio hace un par de semanas, es precisamente en estos años es cuando comienzan muchos de los trastornos de personalidad o de conducta, e incluso problemas mentales.


Aquí radica la importancia de estar atentos a cualquier señal que puedan presentar nuestros hijos y para ahondar en este tema entrevistamos a Dulce María Pérez Torres, psicóloga social, doctora en pedagogía y catedrática de la Facultad de Psicología de la UPAEP.

Para empezar la entrevistada, explica que un trastorno de la personalidad, de acuerdo con estudios que se han realizado, es una alteración en el comportamiento que se considera como anormal, conceptualización que hace muchos años no se tenía, pero que los especialistas comenzaron a buscar para definir ciertos parámetros.

Entonces el trastorno entra en esta situación limítrofe, con un comportamiento que no es esperado, que no se encuentra dentro de los parámetros y se empieza a determinar como un trastorno de la personalidad, asegura.


Pone como ejemplo el hecho de que todos necesitamos comer, pero cuando hay un trastorno de la personalidad, el individuo deja de hacerlo y por lo tanto eso se considera un trastorno, una desviación, una anormalidad, una patología o psicopatología, donde llegan incluso a consumir algunas sustancias para evitar situaciones que son consideradas como normales.

En esos casos, las alteraciones que presenta la persona son exorbitantes o exageradas y no hay cómo poder controlarlas, más que con tratamiento psicológico o psicoterapéutico o por medio de fármacos, ya en una situación extrema, en la que es necesario combinar la parte psicológica y la psiquiatría.

EL ESTUDIO DE LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD

Estos se comenzaron a estudias desde principios del siglo pasado y han tomado fuerza, precisamente porque los comportamientos ahora son como disparados ante una situación que la persona, desde su percepción, siente que no son los adecuados.


Un trastorno es una alteración en el comportamiento que se considera como anormal. Foto: EFE

Comenta, por ejemplo, una psicosis, una neurosis, una esquizofrenia, una personalidad borde, que son conceptos que utilizan los psicólogos y los psiquiatras para determinar a la persona que no cumple con esos estándares de normalidad.

¿POR QUÉ SURGEN EN ALGUIEN?

En una persona lo que denota o hace que explote esta situación de un trastorno de la personalidad, expone la doctora, es su inadecuada percepción para decodificar la realidad que le circunscribe, una muestra de ello sería una persona que es demasiado ansiosa.


Llega el momento en que ya no puede controlar la ansiedad, que es normal en todas las personas, pero en este caso quien está afectado por esta dolencia ya no sabe cómo manejarla, entonces se sale de la realidad para poder justificar algunas acciones, esto lo hace de manera inconsciente.

¿HAY INFLUENCIA GENÉTICA?

La entrevistada afirma que existen muchísimos estudios que señalan que algunas veces se puede repetir la acción negativa por imitación, por ejemplo, si alguien tiene un padre esquizofrénico, seguramente también va a tener mucha probabilidad de desencadenar esta enfermedad, porque ha venido observando en estos quiebres que tiene el padre o la madre según sea el caso.

Lo que sucede ahí es que parece ser genético, pero en otros casos depende del estudio psiquiátrico, clínico y neurológico o fisiológico que se haga para poder determinar que efectivamente es un trastorno hereditario.

Pérez Torres recomienda tener mucho cuidado cuando nuestras emociones o sensaciones salgan de lo que nosotros denominamos normalidad; entonces, ahora sí solo entonces, debemos tener cuidado y asistir al médico si consideramos que nuestros comportamientos no son los adecuados, puede ser con el doctor, psicólogo, con el psiquiatra según sea el caso, incluso los médicos canalizan con el psiquiatra.

TRASTORNOS DE PERSONALIDAD EN LA ADOLESCENCIA

Dentro de los trastornos de la personalidad podemos encontrar varias situaciones, la primera tiene que ver con la cuestión de agresión, que se puede considerar como patológica, es decir que el chavo se maltrata repetidamente hasta autodestruirse.

Otra puede ser la depresión, que podría llegar hasta la bipolaridad, que también es un trastorno de la personalidad. Una más se refiere a las relacionadas con la alimentación, porque quienes las padecen tienen una inadecuada percepción con respecto al alimento que nos da vida.

Aquí ellos consideran que les da muerte y que les da una descomposición en la parte física, como es el caso de la anorexia, la bulimia o el vomiting, que es la necesidad compulsiva de comer para vomitar, solo por el placer que les brinda esta secuencia tóxica de ingerir alimentos para después y devolverlos.

¿POR QUÉ SURGEN EN ESTA ETAPA?

Estos problemas se dan en la adolescencia cuando hay desviaciones extremas o significativas del modo cómo el individuo, en una determinada cultura, percibe, piensa, siente y, en particular, se sitúa en relación con los demás y referente a su propio cuerpo.

Especialistas de la Fundación Orienta, sin embargo, aseveran que los clínicos han sido a menudo reacios a diagnosticar trastornos de personalidad en adolescentes, ya sea por temor a etiquetarlos con un diagnóstico que implica gravedad y no maleabilidad, o bien por la tendencia a pensar que la personalidad no ha cristalizado todavía.

Añaden que incluso en la adolescencia se ha discutido mucho sobre la posibilidad de distinguir entre una patología de la personalidad y un trastorno evolutivo tipo “crisis adolescente” o de identidad.

CONSECUENCIAS Y SÍNTOMAS

Dulce María Pérez enfatiza que, cuando los jóvenes llegan a presentar algún trastorno del a personalidad, llegan a tener aislamiento, que deriva en fobia social y obviamente puede tener consecuencias trágicas, que desencadenen en el suicidio.


Es importante estar atentos a las señales de alarma que presentan. Foto: Cortesía Freepik

Es por esto que los padres deben estar muy atentos si sus hijos presentan alguna de estas cuestiones que señalan, como el aislamiento, porque con este los chicos pueden tener esta situación de no querer estar en condiciones sociales.

Por ejemplo, si están muy metidos en la computadora, no asisten a reuniones familiares, evitan cualquier contacto social, porque en estos casos la persona seguramente está presentando este tipo de trastornos.

¿QUÉ DEBEN HACER LOS PAPÁS?

Si los padres notan que sus hijos adolescentes presentan estas conductas, mejorar los planes de comunicación con los hijos, ya que es sumamente importante platicar con los chicos, expone Pérez Torres.

Si no se puede encontrar una posible solución, lo importante entonces es de verdad asistir al médico, llevarlos con el psicólogo, tener terapia familiar y terapia individual, y de ahí serán canalizados a donde se necesite, aconseja.

¿SE PUEDEN PREVENIR?

La psicóloga menciona que, si se mejoran los hábitos de comunicación en la familia, se escucha a los jóvenes, se participa en las actividades que a ellos les gustan, si los padres se documentan y también chicos, es posible prevenirlos.

Y también es importante que las escuelas e institutos donde van los chicos después de las clases, realmente se tenga la posibilidad de mejorar hábitos y la salud mental en los chicos, para evitar caer en estos problemas de trastornos de la personalidad.

Y si una persona tiene desde pequeño esta integración, no se debe dejar de ir al médico, porque es muy importante la asistencia médica y psicológica.

¿ES POSIBLE CORREGIRLOS?

Con medicamento y tratamiento tal vez sí se podría, pero no hay una certeza, porque depende mucho también de los deterioros que tenga la persona, indica la entrevistada.

EL CONSEJO

La especialista cree que hay una gran responsabilidad, principalmente para cuidar a nuestros jóvenes, porque es muy importante esta etapa en el desarrollo general para los muchachos y no podemos dejar pasar inadvertidas todas esas señales de alarma que ellos nos dan.

Y reitera que obviamente también se requiere tener acompañamiento, tanto profesional como incluso hasta espiritual, para poder trabajar con estos chicos que tienen tanta necesidad de sentirse, de verse y al mismo tiempo de decir que quieren cariño, comprensión y tolerancia.

Y otra cuestión imperante es que necesitan tener límites, porque muchos de los chicos tienen ese problema, precisamente porque no hay una educación de límites ni socioemocional, concluye.



La adolescencia es una etapa tan importante para la formación de la personalidad de los jóvenes que los padres necesitan poner mucha atención en sus hijos, de manera que puedan estar ahí presentes para apoyarlos cuando lo requieran.

De acuerdo con lo que menciona Coral Andrade Ramos, orientadora educativa en la UPAEP, en un artículo que publicamos en este espacio hace un par de semanas, es precisamente en estos años es cuando comienzan muchos de los trastornos de personalidad o de conducta, e incluso problemas mentales.


Aquí radica la importancia de estar atentos a cualquier señal que puedan presentar nuestros hijos y para ahondar en este tema entrevistamos a Dulce María Pérez Torres, psicóloga social, doctora en pedagogía y catedrática de la Facultad de Psicología de la UPAEP.

Para empezar la entrevistada, explica que un trastorno de la personalidad, de acuerdo con estudios que se han realizado, es una alteración en el comportamiento que se considera como anormal, conceptualización que hace muchos años no se tenía, pero que los especialistas comenzaron a buscar para definir ciertos parámetros.

Entonces el trastorno entra en esta situación limítrofe, con un comportamiento que no es esperado, que no se encuentra dentro de los parámetros y se empieza a determinar como un trastorno de la personalidad, asegura.


Pone como ejemplo el hecho de que todos necesitamos comer, pero cuando hay un trastorno de la personalidad, el individuo deja de hacerlo y por lo tanto eso se considera un trastorno, una desviación, una anormalidad, una patología o psicopatología, donde llegan incluso a consumir algunas sustancias para evitar situaciones que son consideradas como normales.

En esos casos, las alteraciones que presenta la persona son exorbitantes o exageradas y no hay cómo poder controlarlas, más que con tratamiento psicológico o psicoterapéutico o por medio de fármacos, ya en una situación extrema, en la que es necesario combinar la parte psicológica y la psiquiatría.

EL ESTUDIO DE LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD

Estos se comenzaron a estudias desde principios del siglo pasado y han tomado fuerza, precisamente porque los comportamientos ahora son como disparados ante una situación que la persona, desde su percepción, siente que no son los adecuados.


Un trastorno es una alteración en el comportamiento que se considera como anormal. Foto: EFE

Comenta, por ejemplo, una psicosis, una neurosis, una esquizofrenia, una personalidad borde, que son conceptos que utilizan los psicólogos y los psiquiatras para determinar a la persona que no cumple con esos estándares de normalidad.

¿POR QUÉ SURGEN EN ALGUIEN?

En una persona lo que denota o hace que explote esta situación de un trastorno de la personalidad, expone la doctora, es su inadecuada percepción para decodificar la realidad que le circunscribe, una muestra de ello sería una persona que es demasiado ansiosa.


Llega el momento en que ya no puede controlar la ansiedad, que es normal en todas las personas, pero en este caso quien está afectado por esta dolencia ya no sabe cómo manejarla, entonces se sale de la realidad para poder justificar algunas acciones, esto lo hace de manera inconsciente.

¿HAY INFLUENCIA GENÉTICA?

La entrevistada afirma que existen muchísimos estudios que señalan que algunas veces se puede repetir la acción negativa por imitación, por ejemplo, si alguien tiene un padre esquizofrénico, seguramente también va a tener mucha probabilidad de desencadenar esta enfermedad, porque ha venido observando en estos quiebres que tiene el padre o la madre según sea el caso.

Lo que sucede ahí es que parece ser genético, pero en otros casos depende del estudio psiquiátrico, clínico y neurológico o fisiológico que se haga para poder determinar que efectivamente es un trastorno hereditario.

Pérez Torres recomienda tener mucho cuidado cuando nuestras emociones o sensaciones salgan de lo que nosotros denominamos normalidad; entonces, ahora sí solo entonces, debemos tener cuidado y asistir al médico si consideramos que nuestros comportamientos no son los adecuados, puede ser con el doctor, psicólogo, con el psiquiatra según sea el caso, incluso los médicos canalizan con el psiquiatra.

TRASTORNOS DE PERSONALIDAD EN LA ADOLESCENCIA

Dentro de los trastornos de la personalidad podemos encontrar varias situaciones, la primera tiene que ver con la cuestión de agresión, que se puede considerar como patológica, es decir que el chavo se maltrata repetidamente hasta autodestruirse.

Otra puede ser la depresión, que podría llegar hasta la bipolaridad, que también es un trastorno de la personalidad. Una más se refiere a las relacionadas con la alimentación, porque quienes las padecen tienen una inadecuada percepción con respecto al alimento que nos da vida.

Aquí ellos consideran que les da muerte y que les da una descomposición en la parte física, como es el caso de la anorexia, la bulimia o el vomiting, que es la necesidad compulsiva de comer para vomitar, solo por el placer que les brinda esta secuencia tóxica de ingerir alimentos para después y devolverlos.

¿POR QUÉ SURGEN EN ESTA ETAPA?

Estos problemas se dan en la adolescencia cuando hay desviaciones extremas o significativas del modo cómo el individuo, en una determinada cultura, percibe, piensa, siente y, en particular, se sitúa en relación con los demás y referente a su propio cuerpo.

Especialistas de la Fundación Orienta, sin embargo, aseveran que los clínicos han sido a menudo reacios a diagnosticar trastornos de personalidad en adolescentes, ya sea por temor a etiquetarlos con un diagnóstico que implica gravedad y no maleabilidad, o bien por la tendencia a pensar que la personalidad no ha cristalizado todavía.

Añaden que incluso en la adolescencia se ha discutido mucho sobre la posibilidad de distinguir entre una patología de la personalidad y un trastorno evolutivo tipo “crisis adolescente” o de identidad.

CONSECUENCIAS Y SÍNTOMAS

Dulce María Pérez enfatiza que, cuando los jóvenes llegan a presentar algún trastorno del a personalidad, llegan a tener aislamiento, que deriva en fobia social y obviamente puede tener consecuencias trágicas, que desencadenen en el suicidio.


Es importante estar atentos a las señales de alarma que presentan. Foto: Cortesía Freepik

Es por esto que los padres deben estar muy atentos si sus hijos presentan alguna de estas cuestiones que señalan, como el aislamiento, porque con este los chicos pueden tener esta situación de no querer estar en condiciones sociales.

Por ejemplo, si están muy metidos en la computadora, no asisten a reuniones familiares, evitan cualquier contacto social, porque en estos casos la persona seguramente está presentando este tipo de trastornos.

¿QUÉ DEBEN HACER LOS PAPÁS?

Si los padres notan que sus hijos adolescentes presentan estas conductas, mejorar los planes de comunicación con los hijos, ya que es sumamente importante platicar con los chicos, expone Pérez Torres.

Si no se puede encontrar una posible solución, lo importante entonces es de verdad asistir al médico, llevarlos con el psicólogo, tener terapia familiar y terapia individual, y de ahí serán canalizados a donde se necesite, aconseja.

¿SE PUEDEN PREVENIR?

La psicóloga menciona que, si se mejoran los hábitos de comunicación en la familia, se escucha a los jóvenes, se participa en las actividades que a ellos les gustan, si los padres se documentan y también chicos, es posible prevenirlos.

Y también es importante que las escuelas e institutos donde van los chicos después de las clases, realmente se tenga la posibilidad de mejorar hábitos y la salud mental en los chicos, para evitar caer en estos problemas de trastornos de la personalidad.

Y si una persona tiene desde pequeño esta integración, no se debe dejar de ir al médico, porque es muy importante la asistencia médica y psicológica.

¿ES POSIBLE CORREGIRLOS?

Con medicamento y tratamiento tal vez sí se podría, pero no hay una certeza, porque depende mucho también de los deterioros que tenga la persona, indica la entrevistada.

EL CONSEJO

La especialista cree que hay una gran responsabilidad, principalmente para cuidar a nuestros jóvenes, porque es muy importante esta etapa en el desarrollo general para los muchachos y no podemos dejar pasar inadvertidas todas esas señales de alarma que ellos nos dan.

Y reitera que obviamente también se requiere tener acompañamiento, tanto profesional como incluso hasta espiritual, para poder trabajar con estos chicos que tienen tanta necesidad de sentirse, de verse y al mismo tiempo de decir que quieren cariño, comprensión y tolerancia.

Y otra cuestión imperante es que necesitan tener límites, porque muchos de los chicos tienen ese problema, precisamente porque no hay una educación de límites ni socioemocional, concluye.



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