El tercer lugar nacional con el mayor número de hospitalizaciones a causa de la diabetes, es la posición que actualmente ocupa el estado de Puebla. Tan solo en los primeros nueve meses del año, se registraron 674 hospitalizaciones por esta enfermedad, ubicándose solo por debajo de Tabasco (1,460) y Jalisco (905), esto de acuerdo al reciente reporte del Sistema de Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria de Diabetes Mellitus Tipo 2.
Al cierre del año pasado, el estado se colocó en cuarto lugar con la mayor tasa de defunciones por diabetes mellitus (10.1), es decir, por encima de la media nacional (8.2), según el actual informe del INEGI Características de las defunciones registradas en México durante 2019.
Ante este panorama, Javier Ruvalcaba Pliego, médico internista a cargo de la Clínica de diabetes y obesidad del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP), consideró que la población debe ser más reflexiva y unirse a esta responsabilidad compartida de la Salud, al reconocer que la enfermedad puede derivar en graves complicaciones que pueden ir desde la pérdida parcial y total de la vista, la amputación, e incluso la muerte.
COMPLICACIONES DE LA DIABETES
Ruvalcaba Pliego explicó que la diabetes representa en sí la elevación del azúcar en la sangre. Cuando estos niveles de glucosa alcanzan un punto agudo, las complicaciones repercuten de manera significativa e incluso irreversible en el paciente.
“Cuando se afectan las arterias se presentan daños en los órganos, como los ojos. En este caso, hay salida de un líquido llamado trasudado que empieza a formar una cicatriz y provoca pérdida de la visión. Este es uno de los daños más frecuentes causados por la enfermedad”, indicó.
A esto se suman otros daños severos como las amputaciones, principalmente de las extremidades inferiores, debido a que los vasos sanguíneos se van obstruyendo y de un momento a otro, se pierde la circulación de la sangre. “La pérdida de las extremidades es una situación muy grave, y una de las principales causas de amputación es la diabetes”, destacó el doctor.
El especialista agregó que la diabetes también puede causar nefropatía diabética, que en términos más comunes se refiere al daño en los riñones; esto a su vez, provoca afectación en los conductos urinarios que más tarde puede derivar en diálisis.
“Tenemos que el 25 por ciento de los pacientes con diabetes estarán llegando en un momento u otro a diálisis, y puede llegar hasta el 50 por ciento si no tenemos los cuidados básicos. Debemos tener en cuenta que un paciente con diabetes no debería perder un ojo, un pie o un riñón si llevara un control adecuado de su glucosa”, enfatizó.
“HACE FALTA RESPONSABILIDAD SOBRE NOSOTROS MISMOS”
El Boletín Epidemiológico Sistema Nacional de Vigilancia (al corte del 31 de octubre de este año), reveló que el estado registra un acumulado de 6 mil 731 nuevos casos de diabetes mellitus no insulinodependientes, de los cuales, la mayor incidencia es en mujeres, con un total de 3 mil 998 nuevos casos, mientras que en el caso de los hombres hay 2 mil 773 registros.
Con lo que respecta a los casos de diabetes mellitus insulinodependientes, hay un acumulado de 44 nuevos casos, de los cuales 31 es en mujeres y 11 en hombres. A estas cifras también se suman los casos de diabetes mellitus en el embarazo, de los cuales hay un registro de 206 casos.
El doctor Ruvalcaba detalló que estos números también nos hablan de la falta de compromiso por parte de la ciudadanía en temas de prevención y alimentación, los cuales consideró son el origen de los principales problemas de salud.
“El primer punto con el que debemos empezar a trabajar es la educación en la alimentación, y lo que también nos está faltando es tener responsabilidad sobre nosotros mismos. El tratamiento básico de un paciente diabético es tener un plan de alimentación. Al mantener un buen plan de alimentación la mayoría de los pacientes llegan a un buen control. Por lo menos, en el Instituto, el 70 por ciento de los pacientes que llevan una buena alimentación llegan a un buen control de la enfermedad”, compartió.
A la par, reconoció que también hay pacientes que, por renuencia y falta de voluntad, no siguen los planes de alimentación que prescriben los médicos y optan únicamente por llevar un control a base de medicamentos que no siempre cumplen de manera precisa.
CONVIVIENDO CON LA ENFERMEDAD DESDE HACE 23 AÑOS
El coordinador de la Clínica de diabetes y obesidad del ISSSTEP explicó que, además de los patrones genéticos y fallas orgánicas, otras causas por las que puede surgir la diabetes son por algún tipo de accidente o trauma emocional severo.
Ejemplo de lo anterior es el de Guadalupe Martínez, de 63 años de edad, quien asegura que el desarrollo de la enfermedad surgió tras el trágico fallecimiento de su pequeño hijo, quien en aquel momento tenía apenas ocho años.
Recuerda que dicha escena la dejó emocionalmente devastada, lo que posteriormente dio origen a los primeros síntomas de la enfermedad. “Me di cuenta que me daba mucha sed y constantemente se me secaba la boca. Al principio no le tomé mucha atención, pero después empecé a presentar mucho cansancio y dolor de cabeza. Tras una consulta con el médico y una serie de estudios el doctor se dio cuenta de que era diabética”, comenta la paciente quien ya lleva 23 años con la enfermedad.
Guadalupe asegura que pese a la enfermedad su salud es estable, hecho que se lo adjudica principalmente a la buena alimentación, acompañada de las aplicaciones diarias de insulina, lo que le ha ayudado a tener un buen control del padecimiento.
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