A quién no se le antoja una jícama con limón, un toque de sal y bastante chile en esta temporada de calor y es que al ser un producto de la naturaleza nadie se cuestiona de las propiedades que este alimento tiene, pero aquí te diremos que sucede si acostumbras a consumir jícama frecuentemente.
Primero hay que puntualizar que la jícama es una raíz, pues crece debajo del suelo, razón que la hace tener una cascara gruesa para evitar que la tierra termine al interior; es de origen mexicano e incluso es conocida como “nabo mexicano” y su nombre proviene del náhuatl “xicamatl” que significa raíz de agua.
Cabe señalar que los tubérculos son la única parta comestible de estas plantas, pues tanto sus hojas, como tallos y semillas contienen rotenona, que es una sustancia tóxica para los humanos e incluso es utilizado como pesticida.
En cuanto al producto consumible, existen distintas variedades, pero en nuestro país la más popular es la llamada jícama de agua, que tiene una forma redonda y la cual libera un jugo transparente cuando se corta, aunque también suele encontrarse la jícama de leche, que tiene una forma más alargada.
¿QUÉ CONTIENE LA JÍCAMA?
Aunque la jícama es un alimento que tiene un sabor sutil, tiene entre su pulpa una gran cantidad de nutrientes, por lo que lejos de ser malo consumirlo a diario, puedes contar con una serie de beneficios si la consumes constantemente, pues ya que su composición es principalmente de agua, es una excelente opción para hidratar al cuerpo.
La jícama también destaca por ser baja en calorías, ya que con sólo 100 gramos de este producto contienen sólo 40 calorías, misma porción de la que se pueden obtener hasta 5 gramos de fibra dietética, por lo que su consumo es recomendable para las personas que buscan perder peso.
Así mismo brinda una cantidad considerable de vitamina C, enfocada principalmente en combatir a los radicales libres, mismos que originan el envejecimiento prematuro, además de que fortalece el sistema inmune, mientras que en cuanto a minerales se refiere, es fuente de calcio, fósforo, potasio y hierro, los cuales son esenciales para el funcionamiento correcto del organismo.
Finalmente, hay que puntualizar que la jícama tiene usos dentro de la medicina tradicional, pues se le atribuyen propiedades que favorecen la mejora en dolores estomacales, problemas de estreñimiento, fiebres e incluso, enfermedades cardíacas.
