Muchas personas después de levantarse para comenzar su día tienden su cama y tras cambiarse la pijama colocan a esta debajo de su almohada, esto debido a que por la noche al preparar este mueble para la hora de dormir fácilmente se pueden tomar estas prendas sin necesidad de guardarlas en algún mueble ni tampoco dejarlas a simple vista ante la llegada de cualquier visita.
Pero aunque pudiera parecer una decisión inofensiva esta puede ser no tan recomendable e incluso tener un impacto significativo en la salud, por lo que si eres de los que acostumbra a realizar esta acción aquí te explicamos los motivos por los que deberías evitarlos, así como las recomendaciones respecto al manejo de este ropa que es utilizada para dormir.
¿Por qué no se debe guardar la pijama bajo la almohada?
Se debe partir del hecho de que dormir no sólo es dejar el cuerpo inerte sobre la cama, sino que implica una serie de procedimientos que el organismo sigue para lograr su recuperación luego de un día de actividad, dentro de estos figura la liberación de sudor, aceites corporales y celular muertas de la piel, elementos que por razones obvias quedan impregnados en la ropa.
Por consiguiente, al guardar esta prenda debajo de la almohada dichos residuos se trasladan a este sito que se convierte en un sitio propicio para que proliferen las bacterias y los ácaros del polvo, afectando en mayor medida a las personas que suelen sufrir alergias, aunque esto también puede suceder si la cama es tendida inmediatamente después de la que persona la desocupa.
Y es que de acuerdo con diversos especialistas el tender la cama al instante de despertar no es recomendable, pues debido a que el cuerpo está caliente el colchón también, lo que favorece la aparición de ácaros y bacterias dañinas, pudiendo adquirir enfermedades como asma, alergias y dermatitis, por lo que es recomendable dejar que se ventile por algunos minutos.
¿Qué se debe hacer con la pijama después de dormir?
Respecto al manejo que se le debe dar a la pijama al quitársela es colgarla en un gancho para que se ventile durante algunos minutos, pudiendo ser en una puerta o cerca de una ventana, permitiendo que la ropa respire para evitar la acumulación de gérmenes y alérgenos, activad que se le impide al colocarla debajo de la almohada, pues este objeto también es tela.
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Y es que esta práctica también favorece el desarrollo de malos olores y es debido a la circulación del aire mientras se encuentra colgada que esto también desaparecen, además de mantenerla fresca para cuando vuelva a ser utilizada, aunque ese no es todo el tratamiento que se le debe dar a esta prenda, pues también recomienda que antes de guardarla se lave con frecuencia.
De acuerdo a los expertos la recomendación es realizar esta tarea de entre tres y cuatro noches de uso, un intervalo óptimo para que pueda ser eliminada eficazmente la acumulación de sudor, aceites corporales y células muertas de la piel, asegurando que cuando el cuerpo entre en recuperación se encuentre en un ambiente más saludable y previniendo problemas dermatológicos.