La llegada de la Covid-19 repercutió de forma negativa sobre la salud mental de las personas, en particular sobre los grupos más vulnerables, compartió Dulce María Pérez Torres, catedrática de la Facultad de Psicología de la UPAEP.
Durante el encuentro virtual “Salud mental a partir de la pandemia”, indicó que los grupos vulnerables, tienen que ver con las personas adultas mayores, los niños, jóvenes y personas con alguna enfermedad.
Indicó que la incertidumbre social más el efecto del distanciamiento social, aislamiento y la cuarentena agravaron la salud mental de la población, situación que también derivó en padecimientos generales en todo el organismo.
Dulce María Pérez Torres, manifestó, el mundo se ha detenido físicamente en un alto porcentaje, aun cuando se cuenta con las redes sociales, plataformas digitales y medios electrónicos, dijo que no es igual al del mundo en el que podemos compartir, de establecer una relación física cara a cara; y a medida que avanza esta enfermedad del virus, provoca un alto grado de insatisfacción y preocupación entre la población y de manera particular a los adultos mayores, que son proveedores de atención con personas con afecciones de salud subyacentes y obviamente que éstas son más vulnerables de lo que uno se puede imaginar.
Indicó que, la constante exposición de información relacionada al virus, provoca que las personas experimenten sensaciones de ansiedad, estrés, miedo, tristeza y soledad, por lo que aumenta la posibilidad de que empeoren con los trastornos de salud mental.
INCERTIDUMBRE Y MIEDO
En su intervención, Dulce María Pérez Suárez, Jefa del departamento de Salud Universitaria, apuntó que desde el punto de vista de la salud física y salud mental de las personas, la pandemia sanitaria ha provocado incertidumbre en las personas, pues todavía no se cuenta con un tratamiento efectivo, lo que genera un estado de ansiedad e inquietud para todas las personas que comienzan con todo este proceso de salud.
Pérez Suárez enfatizó que con la presencia de la Covid-19 vino alterar la salud mental de las personas por los miedos que comenzaron a experimentar, se dio un incremento significativo de personas con problemas de insomnio y ansiedad, al grado de hacer uso de recetas familiares como tés, consumir vino, fumar un cigarro antes de dormir o consumir medicamentos inductores del sueño que bien utilizados bajo prescripción médica en estos momentos de confinamiento, no generan ningún problema de dependencia.
De manera paralela, advirtió que también la pandemia de salud, ha detonado en el consumo de sustancias ilícitas y desafortunadamente el mercado de la distribución de estas sustancias ilícitas, de estas drogas, también migraron al procedimiento online y utilizó medidas de bioseguridad para su distribución y esto también ha provocado un incremento en el consumo del alcohol y de sustancias adictivas con el pretexto de minimizar el estrés que nos acompaña en esta pandemia de la Covid-19.
Por último, dijo que a un año de la presencia del Covid-19 en México, la sociedad no debe relajar las medidas de salud sanitaria, porque todavía el número de contagios es alto. Agregó, que este virus no tiene palabra de honor, ya que se han encontrado casos médicos en donde el virus ataca a personas que están totalmente sanas o son deportistas, hasta personas que tienen diferentes comorbilidades y que se presenta el virus con diferente intensidad en ellas y puede hacer estragos que va desde los más leves hasta los más complicados.