Dentro de la vacunación en el mundo, las dosis de refuerzo son ahora la estrategia a seguir para el combate contra la Covid-19, lo que trajo consigo muchas dudas ante la posible combinación de las marcas.
En la mayoría de los países, la vacuna que es colocada como refuerzo no es la misma a la de la primera y segunda aplicación. Pero, esto no demerita la importancia de contar con una tercera dosis, ya que cada vez existe mayor evidencia de que los refuerzos ayudan contra variantes como la Ómicron que ha demostrado reducir el efecto de las vacunas.
OMS Y LA COMBINACIÓN DE LAS VACUNAS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió en el mes de diciembre recomendaciones provisionales para lo que se conoce como “mix and match” (mezclar y combinar), lo que ocurre cuando se obtiene vacunas de diferentes fabricantes, tanto para la segunda dosis como las de refuerzo.
Esta combinación depende de la forma en que haya sido realizada la dosis. Las de Pfizer y Moderna utilizan nueva tecnología de ARm por medio de una proteína, mientras que AstraZeneca es una dosis vectorizada y Johnson & Johnson es una monodosis que utiliza un virus inofensivo para activar una respuesta inmunitaria.
Tanto Pfizer como Moderna pueden utilizarse como dosis posteriores si las primeras fueron de AstraZeneca y viceversa. Cualquiera de las vacunas de realización ARm y AstraZeneca puede utilizarse si las primeras dosis fueron Sinopham.
Solo en el caso de los niños y adolescentes, de los 12 a 17 años, las dosis no deben cambiar, ya que solo Pfizer es la única que ha recibido autorización para las personas menores.
La OMS destacó que esta mezcla y combinación debe tomar en cuenta la accesibilidad, beneficios, proyecciones de suministro y los posibles riesgos de las vacunas que se utilizan. Estas recomendaciones se irán actualizando conforme los estudios que realiza el Grupo de Expertos Asesores Estratégicos de la OMS.
En una investigación realizada en el Reino Unido y publicada por The Lancet, se descubrió que las personas reforzadas con Pfizer después de dos dosis de AstraZeneca tuvieron niveles de anticuerpos casi 25 veces más altos en los controles estándar. Para aquellos que recibieron de refuerzo Moderna tras recibir AstraZeneca su nivel de anticuerpos aumentó 32 veces.
Cuando se trató de la misma marca para la vacuna de refuerzo, en el caso de Pfizer los niveles de anticuerpos solo aumentaron ocho veces y en el caso de Moderna aumentó hasta 11 veces.
EFECTIVIDAD DE LAS VACUNAS DE REFUERZO
Obtener la tercera dosis da a la persona una mayor respuesta inmunitaria contra variantes como Ómicron de la Covid-19. En datos de la Agencia de Salud del Reino Unido, la tercera dosis aumentó la protección al 92 por ciento en promedio contra la hospitalización en caso de enfermar. Además, el ser asintomático al contagiarse aumentó en 65 al 75 por ciento de dos a cuatro semanas tras recibir la tercera dosis.
La vacuna de refuerzo o solo ayuda a aumentar los niveles de anticuerpos, también a mejorar la protección que ofrecen las células T, que son otro componente importante dentro del sistema inmunitario y que se relaciona con la prevención de enfermedades graves.
Los estudios solo muestran preocupación en la duración de la protección, debido a que a las diez semanas tras recibir la dosis de refuerzo la protección contra la enfermedad sintomática se redujo del 45 al 50 por ciento. Solo se mantuvo la protección contra la hospitalización, la cual es superior al 83 por ciento.
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), solo externó preocupación con la dosis de Johnson & Johnson, la cual se asoció a un trastorno de la coagulación de la sangre conocido como el síndrome de trombosis con trombocitopenia. Este se detectó en hombres como mujeres y solo en 57 casos de 16.9 millones de dosis administradas.
Debido al bajo riesgo del problema, la dosis dejó de administrarse después de un tiempo, pero se retomó y se encuentra disponible para quienes la busquen como opción.