Pese a que la llegada del invierno puede relacionarse con una época de felicidad por la navidad y el fin de año, para muchas personas no es así. La estación también suele verse como una de tristeza, donde el clima no ayuda mucho al siempre estar frío y donde la depresión puede hacerse más presente.
La sensación de que la depresión puede aumentar durante el invierno tiene una explicación y se trata del Trastorno Afectivo Estacional (TAE), que aparece y desaparece dentro de un patrón estacional. Es conocida también como “depresión invernal” y esto se debe a que el mayor número de casos ocurren durante el invierno.
Esto no significa que no ocurra durante otras estaciones al presentarse casos que comienzan desde el otoño. En el caso de la primavera y el verano se da en menor medida.
¿CÓMO SE RELACIONA CON EL INVIERNO?
Los científicos desconocen la causa específica de por qué el invierno provoca una mayor presencia de este trastorno, existen algunos factores que pueden provocarlo. Dentro de estos se encuentra el reloj biológico de la persona, el cual se puede ver afectado por la disminución en la luz solar y provoca sentimientos de depresión.
Una disminución en los niveles de serotonina, sustancia química que afecta el estado de ánimo, pude hacerse presente debido a la reducida presencia del sol. En algunas personas, el cambio de estación puede alterar el equilibrio en el nivel de melatonina, la cual influye en los patrones de sueño como en el estado de ánimo.
Generalmente durante el invierno los días suelen parecer más cortos, la gente termina por acostarse más temprano al oscurecerse no tan tarde y las mañanas pueden sentirse más frías como incluso oscuras.
Existen otros factores de riesgo que pueden provocar el TAE. Los casos se presentan con mayor frecuencia en mujeres que en hombres y son los adultos jóvenes los que más pueden sufrirla.
También, se ha registrado que el historial familiar puede influir debido a que las personas con este trastorno llegan a tener parientes consanguíneos cono este trastorno o con otro tipo de depresión. En aquellas personas que ya sufren de depresión o de trastorno bipolar, la época puede hacer que sus síntomas empeoren.
LOS SÍNTOMAS DE ESTE TIPO DE DEPRESIÓN
De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DM-5), el trastorno afectivo estacional incluye diversos síntomas como fatiga, cambios de humor, irritabilidad, sentimientos de desesperación, culpa e inutilidad, así como pérdida del placer en pasatiempos que antes se disfrutaban, por lo que no son tan diferentes a otro tipo de depresión.
Quienes lo sufren en invierno, los síntomas que más están presentes es el cansancio y la poca energía, quedarse dormido, cambios en el apetito al tener mayor antojo por alimentos ricos en carbohidratos lo que a la par provoca un aumento de peso.
En caso de presentar estos síntomas se debe acudir al médico o especialista, quien realizará una evaluación para comprobar la salud mental. La evaluación considera como afecta el cambio estacional en los pensamientos y comportamiento, además del estado de ánimo actual, de vida, los patrones de sueño y los hábitos alimenticios.
CONSEJOS Y TERAPIAS PARA SOLUCIONARLO
Existen diversos tratamientos para este tipo de trastorno, los cuales comienzan con cambiar algunos hábitos del estilo de vida para que se pueda estar más tiempo en la luz solar natural, hacer ejercicio y controlar los niveles de estrés.
La terapia de la luz es una donde se utiliza una lámpara especial llamada caja de luz para simular la exposición a la luz natural. En casos más graves, se puede recetar un antidepresivo como son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
Algunos pacientes mostraron una deficiencia en la vitamina D a causa del trastorno, por lo que se pueden recetar suplementos para evitar una deficiencia. Los bajos niveles de esta vitamina se presentan en personas que viven en lugares donde hace frío la mayor parte del año.
La actividad física es la recomendación principal de los médicos debido a que suele aumentar los niveles de serotonina y estimula los estados emocionales. Debido a que puede resultar difícil encontrar ánimo para hacer una actividad extenuante, se recomienda realizar pilates o yoga, donde también se podrá trabajar con la respiración.