"Violencia simbólica", así se denomina la falta de responsabilidad social para prevenir contagios de Covid-19 y que incluso está motivando que la población joven no quiera vacunarse o exija determinada marca de biológico, indicó Dulce María Pérez Torres, catedrática de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
La docente de la Facultad de Psicología explicó que la sociedad ha atravesado por distintas fases en los últimos 15 meses de pandemia y aunque todavía le tiene miedo al SARS - CoV - 2, ya no es consciente de cómo sus actos afectan a los demás.
"Al no querer usar un cubrebocas, al no ser responsable del otro se le llama violencia simbólica, porque me expongo yo como persona, porque no sé con quién estoy hablando y no sé si está persona pueda ser portadora o yo pueda ser portadora y así nos vamos por el mundo, estamos violentando este contexto social sin ser corresponsables del apoyo y de la ayuda a las demás personas".
Pérez Torres señaló que el comportamiento de la población joven en este momento de la pandemia obedece a este fenómeno, ya que los padres de familia han dejado de lado su responsabilidad de proteger a los hijos y en ocasiones no ponen el ejemplo sobre el cuidado personal y del prójimo.
A la par, indicó, los jóvenes están ejerciendo violencia simbólica cuando se rehusan a ser vacunados o exigen que se les aplique determinada marca de biológico, ya que no son conscientes de que no sólo se trata de su cuidado, sino de toda la sociedad.
"Si no somos responsables, seguramente seguirá aumentando este número impresionante de enfermos de Covid y nuestros hijos no podrán ir a la escuela, nosotros no podremos tener una económia sustentable y sostenible y al mismo tiempo tendremos muchos problemas de relación con las demás personas", dijo.
La especialista señaló que contrario a esta violencia simbólica que ha provocado un relajamiento social y con ello el incremento de los casos positivos de Covid-19, lo que debería haber es una sociedad resiliente, que asuma con responsabilidad la pandemia, entiendo que de los actos individuales dependen los demás.