Postergar la aplicación de una quimioterapia o una sesión de radiación a pacientes con cáncer de mama representa en ellas un retroceso y recaída en la enfermedad, situación que actualmente vive doña Margarita Casas Hernández, de 46 años de edad, quien ante la falta de compostura de un equipo médico le han cancelado las radiaciones desde hace aproximadamente seis meses.
Recuerda que fue hace año y medio que le detectaron la enfermedad.
Síntomas recurrentes como dolor de cabeza y de cuerpo, la motivaron a visitar a su médico quien después de una serie de estudios le informó que tenía cáncer en una de sus mamas.
En cuanto se enteró del diagnóstico, su familia la apoyó moral y económicamente debido a que desde las primeras consultas que tuvo en la Clínica de Mama del Hospital General del Norte le solicitaron algunos medicamentos con los que no contaban.
Con apoyo de diferentes personas ha recaudado el dinero necesario para comprar durante este tiempo los medicamentos faltantes a fin de no retrasar sus terapias.
A pesar de que ella ya se encontraba en una fase adelantada del tratamiento, que consiste en la aplicación de radiaciones, recayó ante la falta del equipo para las sesiones correspondientes.
Ya había terminado mi tratamiento y ahora me iban a dar radiaciones, pero no hubo porque el aparato estaba descompuesto, por eso volví a recaer, volví nuevamente a mi enfermedad
comenta con desanimo.
Una terapia de radiación en un hospital privado oscila entre los 10 mil pesos, pago que se sale de sus manos y que definitivamente no puede costear pese a los esfuerzos de su familia.
La paciente asegura que desde hace medio el aparato está descompuesto y es la fecha en la que no le han dado mantenimiento.
Los síntomas que presento en una recaída son dolor de cuerpo y existe el riesgo de que el tumor regrese, no igual ni en el mismo lugar, sino en otro, por lo mismo de que no hay una continuidad
Asegura que esta enfermedad le cambia a vida radicalmente a todas las pacientes y a pesar de sus dolores junto con la preocupación de la falta de medicamentos, ellas luchan por mantener el ánimo y seguir adelante.
Uno cambia bastante con esta enfermedad, ya no se es la misma, pero seguimos adelante y seguimos luchando contra la enfermedad y más cuando uno tiene niños
Ante las promesas del gobierno de que se está trabajando en el abasto de los fármacos asegura que la realidad es otra: “no es cierto, no cumplen, no hay medicamento. Uno entra a la farmacia, pero no hay nada”.
Ante este panorama pidió a las autoridades que se escuchen sus peticiones para no poner en riesgo su vida.
Que nos entienda, que nos apoyen. Somos muchas pacientes con esta enfermedad, el medicamento es muy caro y uno no tiene el recurso para comprarlos en otro lugar