Desde la llegada de la Covid-19 todos nos resguardamos en casa para preservar nuestra salud, sin imaginar que existe un sitio en este lugar que debido a su alta radiactividad te puede llegar a causar incluso cáncer de pulmón.
Cabe señalar que día con día se desintegran en nuestro cuerpo núcleos atómicos con actividades tan cotidianas como los latidos del corazón, el salir de vacaciones, caminar por las calles e incluso estar dentro de un lugar, además de los emitidos de manera natural por la atmósfera.
Uno de los principales causantes de efectos negativos es el gas radón, el cual suele encontrarse en sitios cerrados, sobre todo en aquellos que carecen de ventilación o en algo tan sencillo como las grietas y fisuras que se encuentran en las paredes de nuestras casas.
Pero independientemente de todo esto, la habitación de los hogares que mayor concentración puede presentar de este gas es el cuarto de baño, así lo reveló un estudio realizado en Finlandia. el cual arrojó que las concentraciones de esta sustancia resultaron ser tres veces más que las detectadas en las cocinas e incluso 40 veces mayor a las presentadas en el cuarto de estar.
De acuerdo con los especialistas, la concentración de radón en el baño aumenta de manera más rápida luego de que una persona toma una ducha de 10 minutos con agua templada y se requiere después de esto más de hora y media para que los niveles de radiación regresen a sus límites iniciales.
¿QUÉ ES EL GAS RADÓN?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el radón es un gas radiactivo incoloro, inodoro e insípido que se produce por desintegración radiactiva natural del uranio presente en suelos y rocas e incluso en el agua.
Tras ser emanado del suelo, este compuesto pasa al aire para desintegrarse y emitir particular radiactivas, que al respirar son inhaladas y se depositan en las células de las vías respiratorias, a las cuales dañan su ADN y provocan el cáncer de pulmón.
En la actualidad, en cuanto a la proporción de casos de esta enfermedad atribuibles a este gas, entre el 3 y 14% se dieron por una exposición a este, cabe señalar que la probabilidad de padecer esta enfermedad, incrementa en los fumadores, en un porcentaje hasta 25 veces superior.
Por otra parte, la cantidad de gas radón presente en un edificio depende de las características geológicas del lugar, las vías que el radón pueda encontrar para infiltrarse del suelo a las viviendas, su emanación procedente de los materiales de construcción, así como la tasa de intercambio de aire entre el interior y el exterior.
Este compuesto se suele filtrar mediante las grietas en los pisos o en su unión con las paredes, los espacios alrededor de las tuberías o cables, los poros de las paredes construidas con bloques de hormigón huecos, los muros huecos o los sumideros y desagües.
¿CÓMO SE PUEDE MEDIR Y REDUCIR EL GAS RADÓN?
La manera en la que una persona puede medir las concentraciones de radón en su hogar suele ser sencilla y económica, se realiza mediante detectores pasivos.
Por otra parte, para reducir la cantidad de radiación en interiores, una de las medidas básicas es aumentar la ventilación, sellar los pisos y paredes, mientras que en el caso de una construcción nueva se pueden colocar sistemas de evacuación mecánica.
Finalmente, la OMS continúa trabajando en medidas para prevenir la cantidad de radón concentradas en un espacio interior, entre las que se incluye la creación de políticas y normativas en la construcción de espacios.