Aunque las vacunas contra la Covid-19 desde hace unos meses están siendo aplicadas a la población en general aún se encuentran en su última etapa de evaluación, esto debido a que su aprobación fue de emergencia, por lo que sus efectos siguen siendo estudiados, tal es el caso del síndrome de la OAB, conocido también como vejiga hiperactiva, considerado como el último de los efectos secundarios.
Así lo señala un estudio de la Universidad Médica de Kaohsiung en Taiwán y publicado por la 'Journal of Clinical Medicine', que contó con cerca de 900 participantes que fueron inoculados con dosis de AstraZeneca, Pfizer y Moderna, de los cuales el 13.4% presentaron un deterioro en los síntomas de tracto urinario inferior.
Dentro de los malestares más frecuentes se encuentran la urgencia urinaria, la nicturia, la incontinencia y la polaquiuria, por lo que este síndrome también es conocido como de vejiga hiperactiva, debido a que suele ser muy difícil de controlar, además de que viene acompañado por la pérdida involuntaria de orina y un aumento de la frecuencia urinaria.
De acuerdo con los expertos, una manera de controlar estos síntomas es mediante simples cambios de hábitos en la dieta, la micción e incluso mediante técnicas de contención en la vejiga, pero en casos más extremos se puede recurrir a tratamientos farmacéuticos, pues puede provocar problemas de depresión, ansiedad, alteraciones en el sueño e incluso problemas sexuales.
VACUNAS CONTRA COVID-19 Y SUS VARIANTES
De acuerdo con los últimos trabajos de la vacuna de Moderna contra el coronavirus, el hecho de combinar su vacuna original con alguna protección contra la variante ómicron ha demostrado resultados favorables, esto en busca de una dosis de refuerzo actualizada para ofrecer durante el otoño, con la finalidad de brindar protección contra futuras oleadas.
De acuerdo con el estudio, el aplicar una dosis de la vacuna Moderna con una de otro laboratorio mostraron un mayor número de anticuerpos para combatir la variante ómicron, a diferencia de quienes sólo recibieron las cuatro dosis de un solo biológico, pues las actuales vacunas se encuentran basadas en la versión original del coronavirus.
Cabe señalar que pese al coronavirus se encuentra más bajo control, continúa mutando rápidamente en formas que pueden llegar a evitar las vacunas, por lo que incluso la Organización Mundial de la Salud ya valora si ordenan un cambio en la receta del biótico para una nueva ronda de dosis de refuerzo en el otoño, pues se tiene previsto que el clima frío impulse una ola más.
Esto se debe a que después de la temporada invernal se impulsó una oleada generada por la variante ómicron, los parientes genéticamente distintos de ese mutante son la principal amenaza, especialmente uno que ya se encuentra causando una ola de infecciones en Estados Unidos, por lo que la Administración de Alimentos y Medicamentos ya programó una reunión con sus asesores científicos.