¿Qué tienen en común el trabajo, los atascos al volver a casa, hacer la comida, las labores domésticas y las tareas de los hijos? el estrés, una reacción de tipo fisiológica, psicológica y conductual con la que las personas reaccionan ante una amenaza o desafío; aunque muchos creen que el malestar del mismo, solo se asocia a síntomas visibles como el sudor y el nerviosismo, lo cierto es que las enfermedades cardiovasculares pueden ser una de las principales consecuencias.
Por desgracia, esta situación que se genera en la rutina diaria, llena de actividades, permite que las horas del día para descansar no sean suficientes y la vida se convierta en un espiral de responsabilidades sin espacio para la más mínima relajación.
De esta manera, el estrés es una realidad de la vida que, cuando se acumula, puede afectar no solo a la salud física y mental, sino también puede ser malo para el corazón y a continuación te explicamos el por qué.
EL ESTRÉS Y EL CORAZÓN
Cuando una persona se encuentra estresada, también es propensa a hacer cosas que son malas para el corazón, tales como: fumar, beber demasiado o comer alimentos ricos en grasa, azúcar y sal.
De esta manera, el estrés constante puede tensionar a tu corazón de varias maneras, ya sea aumentando la presión arterial, aumentando la inflamación en el cuerpo, aumentando el colesterol y los triglicéridos en la sangre y, en el caso extremo, hacer que el corazón palpite fuera de ritmo.
Es así como el estrés se asocia a problemas de salud y a ciertas enfermedades cardiovasculares que pueden estar estimuladas por malestares que concretamente se pueden presentar como:
- Angina de pecho
- Ataque al corazón
- Tensión arterial alta
- Arritmias cardiacas de tipo maligno
TIPOS DE ESTRÉS QUE DAÑAN AL CORAZÓN
Existen diferentes tipos de estrés, unos atacan rápido, otros permanecen todos los días y existen unos más que están más allá de nuestro control; todos estos factores tienen un impacto en la forma de experimentar este sentimiento, y también por cuánto tiempo.
En este sentido, es como los siguientes tipos de estrés son considerados los peores para tu corazón:
Estrés crónico: es aquel que se lleva a diario como el que se vive con un mal jefe o la tristeza por una situación como una relación, mismas que pueden ejercer presión constante en el corazón.
Impotencia: el estrés prolongado es el más perjudicial, cuando te llegas a sentir incapaz de hacer algo al respecto.
Soledad: este puede ser más perjudicial si no tienes un sistema de apoyo que te ayude a enfrentarlo.
Ira: cuando las personas estallan en cólera tienen un mayor riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular.
Estrés agudo: este es un caso poco frecuente y sucede cuando se reciben noticias malas o inesperadas que pueden provocar síntomas como un ataque al corazón.
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¿CÓMO TRATAR EL ESTRÉS?
Tanto para el estrés físico como el emocional, se recomienda que se aborde a tiempo a través de diferentes especialidades, entre ellas la Fisioterapia, Psicología, Endocrinología y Nutrición; en ocasiones resulta benéfico incluir un tratamiento médico o bien actividades que desarrollen la meditación y la relajación, tales como:
- Yoga
- Pilates
- Taichí
- Ejercicio regular
- Pasar tiempo al aire libre en la naturaleza
- Realizar respiraciones concentradas durante 10 minutos al día
- Pasar tiempo con amigos
